Hasta hace unas pocas semanas yo desconocía la existencia de Loli. Nada más natural, puesto que Loli, una ciudadana badalonesa, no había coincidido nunca con el que esto escribe, ni teníamos contactos comunes que hubieran facilitado un conocimiento mutuo, ni que fuera lejano.
Loli, como ya he dicho, es una ciudadana badalonesa, pero con una especial trayectoria vital. No se asusten que no voy a narrarles su historia, aunque será inevitable citar algunos de sus aspectos que son de enorme interés humano y político.
Además de ciudadana, badalonesa y obviamente, ya lo habrán acertado, mujer, Loli es madre y titular de una familia monoparental numerosa. Expresión totalmente administrativa que conlleva determinas consideraciones de ayuda y atenciones públicas (en teoría). Loli también es usuaria de una vivienda como la mayoría del resto de los ciudadanos (mayoría que va menguando lamentablemente), pero una vivienda sin ascensor (equipamiento imprescindible para ella).
Puestos a explicar cosas relevantes, Loli es objeto de una enfermedad neurológica degenerativa que la obliga a pasar largas temporadas internada en un hospital y la incapacita para el trabajo, por lo que recibe la correspondiente pensión del sistema de protección social. Pensión que no es ninguna prebenda, mirémoslo como lo miremos. Con todo ello ustedes se hacen una idea cabal de nuestra Loli.
Después de uno de sus ingresos hospitalarios obligados, Loli se encontró con unos acupas en su piso. Situación que le impidió volver a casa, expresión plena y sintética de la brutalidad del hecho.
Como ya deben intuir, Loli acudió a las administraciones, a la policía, al juzgado, al ayuntamiento, etc. para que resolvieran un caso claro de asalto no solo a la mística propiedad privada, sino a único lugar donde podía vivir. No les explico las vicisitudes por las que Loli tuvo que discurrir, ni el tiempo empleado en ello, ni las frustraciones que esos “trámites” conllevaron. Pueden ustedes imaginarlo sin mayores detalles. Como Loli no es persona que se abandone a los rigores de la vida real no desfalleció en ningún momento y declaró la guerra.
Loli finalmente consiguió recuperar su casa, principalmente por su propio esfuerzo, aunque la recuperó finamente destruida, sin puertas, sin grifos, sin instalación eléctrica, etc. El hogar de Loli era más bien un campamento militar en plena retirada. En fin, un último regalo de unos ocupantes indignos de su presunta categoría humana.
Loli, con la ayuda de buenas gentes, rearmó su casa como buenamente pudo. Instaló, reparó, completó todo lo que la furia destructiva nihilista ocupacional había destruido. Pero, Loli no podía instalar ascensor. Con lo cual ese presunto hogar dejaba mucho que desear, por no decir que significaba diariamente duros esfuerzos arriba y abajo. Ya tiempo atrás, Loli, había solicitado una vivienda pública a la administración municipal. Tiempo que debe medirse no con unidades comprensibles, sino con la destemplanza de la agonía.
Pues bien, Loli, por fin, ha recibido una nota municipal en donde le advierten que tienen una vivienda para ella y su familia. Y aunque Loli no la ha visitado y por lo tanto no sabe exactamente que características tiene su probable futuro hogar, Loli lo ha celebrado por lo grande y con la desconfianza del que ha tenido que batallar con mucha dureza por derechos básicos y evidentes.
La asamblea de la Plataforma de Afectados por las Hipotecas de Badalona en donde anunció su éxito todavía sigue aplaudiendo 10 días después.
Lo hacen no solo en solidaridad por Loli, sino al contrario para agradecerle que a pesar de todo lo descrito, Loli se ha convertido en un elemento básico de ayuda a sus conciudadanos que están pillados por hipotecas, bancos y falta de ingresos.
Loli sumó a sus propios problemas los de sus vecinos y emerge como un ejemplo de ciudadanía, solidaridad y verdadera democracia frente a los muchos que permanecen en sus casas lamiéndose las heridas.
Finalmente, les diré que Loli es para el gobierno del PP una nazi, puesto que sigue el activismo de la PAH , según los términos que esa honrada cristiana que es doña Dolores de Cospedal, presidenta de la CCAA de Castilla-La Mancha y secretaria general del PP, aplicó a los que no claudican. Loli es también una persona interesada que se moviliza a favor de gente despreciable que lo único que desea es ceder su vivienda impagada para adquirir otra mucho mejor. Aditamento en boca de un insigne diputado del PP, don Vicente Martínez-Pujalte. Loli es una invasora del mundo privado de la señora vicepresidenta, doña Soraya Saenz de Santamaría, que pone en riesgo el equilibrio mental de su familia al apoyar manifestaciones que generan ruido y molestias a los miembros del gobierno y del partido que lo apoya.
Como ven es de vital importancia saber de Loli para entender lo que pasa y lo que puede pasar.
Lluís Casas rindiendo homenaje.