Tras dos semanas particularmente agitadas tanto en el mundo
político e institucional, como en el deportivo, se hace difícil reemprender la
marcha como si nada hubiera pasado. Pero como si ha pasado, será necesario
incorporar a la reflexión que sigue ese estado psicológico nuevo.
Cuando incumplí mi promesa de hacerles llegar la segunda parte
de lo que llamé manifiesto, aduje que ese escaso tiempo demorado pondría sobre
la mesa la aparición de acciones políticas de compromiso entre fuerzas de la
variada izquierda existente. Tenía mis informaciones, claro, no es que sea un
sacerdote que prevé el futuro con los hígados de unos pollos.
Simplemente que ahora dispongo ya de una colección de
iniciativas locales que pretenden ser un movimiento muy amplio y respetable
respecto al futuro poder local. Son ya proposiciones escritas y publicadas o al
menos puestas al alcance de la ciudadanía y de los grupos y partidos que puedan
considerarlas de interés.
Esas acciones locales, dejando a parte la que se cuece en
Barcelona, de la que luego hablaré puesto que por su trascendencia tiene
caracteres muy amplios, aparecen con rapidez en razón a la convocatoria de
elecciones locales del mayo del 2015. Es decir, si nos atenemos al calendario
juliano y descontamos vacaciones, fiestas i festejos varios, estarán aquí en un
santiamén.
Eso les da esa urgencia objetiva, a parte de la subjetiva que
muchos hemos sentido con los resultados electorales recientes. También
incorporan elementos que podrían considerarse como una desviación de lo
principal. Me explico: la acción municipal por su fragmentación en unidades tan
diversas y tan cercanas a los problemas de la cotidianidad posee una cualidad
insigne, es una acción muy próxima al vecino, muy participada, muy pegada al
terreno, según expresaría un teniente a la tropa. No son grandes finanzas lo
que se cuece, probablemente tampoco infraestructuras de millones de euros
(salvo en las grandes capitales), ni programas de asistencia sanitaria con
hospitales, centros de salud, etc. Tampoco se trata de modificar profundamente
los programas educativos, ni de crear grandes líneas de investigación de
partículas atómicas.
Estamos en un mundo de pequeños cambios, pero muy cercanos al
ciudadano, muy visibles, perfectamente reconocibles y valorables así que se
inaugura un pequeño parque y alguien apunta, se ha hecho bien, tal como
queríamos. O incluso mejor.
Si esos manifiestos por una unidad de acción de las izquierdas,
con programas tan vinculados al día a día, tienen éxito (quiero decir que se concretan
políticamente en coaliciones o cualquier instrumento adecuado a la unidad de
acción), lo que vendrá después para políticas de más altos vuelos resultará más
fácil y con menos trampas. Tengo ahora mismo, sin haber hecho un gran esfuerzo
en buscar, dos ejemplos uno en el cercano Vallés y otro en el Penedès. Son dos manifiestos
distintos, uno amplio, otro escueto, los dos ponen los problemas de la cercanía
por delante, así como los de participación, honestidad y compromiso ciudadano.
Son ejemplos a los que sumar otros que ya están en marcha. Los dos casos que
les surgen de un mundo político dominado por la derecha con solidez y con
aciertos variados. No son núcleos izquierdosos sociológicamente, lo cual aporta
mayor dimensión a los casos. Aquí los tienen, sin traducir del catalán, cosa
inútil por su clara escritura:
A. sant Cugat (el texto
pertenece a una descripción del manifiesto)
El manifest:
En la
introducció s’assumeix la bona valoració que es fa des de la major part de la
població de la ciutat que tenim i la relació que això té amb els successius
governs de CiU, juntament amb esments a la “marca Sant Cugat” i que s’han fet
moltes coses bé i, per tant, no es pot fer “foc nou”. Però es demana humilitat
i voluntat d’aprendre experiències d’èxit d’altres poblacions. També es fa
referència a l’espectre polític de la ciutadania, teòricament de centre –
esquerra i la “contradicció” que la majoria en el vot sigui de “centre – dreta“,
o sigui, CiU i, a més, amb una baixada cada cop més important de les forces
d’esquerra. També es fa una crida a la necessitat de l’alternança política per
salut democràtica però per això “cal demostrar una nova forma de fer ciutat, no
només etiquetes“. La conclusió és que aquest objectiu només es pot aconseguir
anant junts, compartint el diagnòstic i elaborant una visió conjunta de futur.
Al final proposa un decàleg perquè si no és possible una candidatura conjunta
almenys es reculli en els programes electorals per treballar de forma unitària.
El
decàleg
Podeu
consultar tot el manifest al final de la notícia però, a grans trets, es dona
la ciutat per tancada urbanística parlant, per gestionar-la tenint en compte el
seu elevat cost i amb especial cura dels seus barris. Posar “en solfa”
els plans d’actuació que hi ha als calaixos. De la “smart city” a un
veritable pla de promoció empresarial i industrial de la ciutat. Fer efectiu el
concepte de la participació ciutadana i la desconcentració administrativa així
com millorar la relació amb l’EMD de Valldoreix.
Tirar
endavant de forma efectiva i sense por el Pla d’Inclusió Social i dissenyar ja
la segona fase seria una altra de les claus del decàleg, donar resposta a la
gent jove pel que fa a l’habitatge i el lleure és un objectiu important també a
treballar des del consens, prioritzant l’habitatge de lloguer. Els tres darrers
punts serien la visió integradora de la cultura, fent una simbiosi positiva
entre el Teatre Auditori i les entitats i associacions de la ciutat, encarrilar
tots els contenciosos pendents que poden posar en perill la supervivència
econòmica de l’ajuntament i, ajustar els equipaments a la pràctica esportiva
per acabar amb aquesta deficiència.
B. Penedès
PUNT DE TROBADA (aquí se detalla el contenido básico del
manifiesto a elaborar):
Que estigui obert i busqui sumar les persones i grups
de l’esquerra que han vingut denunciant les polítiques de retallada de drets socials i d’ofec del món del
treball i de l’economia,
MUNICIPALISME i PROGRAMA COMÚ: Que elabori un programa comú per al municipi, tenint present la
realitat territorial del Penedès, sobre la base de la defensa dels drets socials i dels
serveis públics,
TRANSPARÈNCIA: Que tingui tolerància zero amb la corrupció,
i aposti per la transparència, la implicació cívica i la participació,
VOLUNTAT DE GOVERN: Amb voluntat de govern de les institucions per canviar les
coses,
DRET A DECIDIR: Compromès amb facilitar des de l’Ajuntament
el procés d’exercici del dret a decidir.
Como ven, siendo solo dos los que utilizo, se adivinan lo
variada que será la cosa. Son iniciativas primerizas, que aún no tienen
consenso, si no que son banderas de agrupación, a la espera de completar la
composición del cómo, qué, con quien, etc. Al final, si el resultado es
positivo, los documentos serán propuestas de gobierno local y aportaciones
sobre el cómo hacer política y como relacionarse con los ciudadanos. Han de
explosionar para la primavera próxima. Son distintos, muy concreto el de Sant
Cugat, más genérico y tal vez más político el del Penedès.
No quiero comentarlos en concreto, ni vislumbrar sus
diferencias. Están claras. No es el momento, eso ya llegará. Son simplemente
los testimonios de un comienzo, siguiendo a un político de derechas, como Sir
Winston, tal vez no sea el principio del final, pero si el final del principio.
A eso vamos.
No les dejo sin citar y explicar lo que se cuece en
Barcelona. Eso es ya otra cosa, no solo local, que también, sino de
trascendencia mucho mayor. Ahí si habrá, esperemos, un ejemplo a seguir para
más altos objetivos, crucemos los dedos y empujemos. Por las noticias
disponibles esta semana se presenta en sociedad una iniciativa que pretende ya
de entrada la alcaldia de la ciudad: queremos gobernar, dicen. Y para ello la
agrupación de fuerzas de izquierda es fundamental, así como la utilización de
formas y esencias distintas y sensibles a las preocupaciones ciudadanas. Tiene
nombre, impulsores consecuentes y conocidos, web https://guanyembarcelona.cat/ y, como digo, se presenta oficialmente
el próximo jueves. Las energías surgen tanto de movimientos ciudadanos,
reivindicativos, culturales, etc. como del interior de organizaciones políticas
y sociales. Hay nombres propios y siglas. Hay experiencia y reconocimiento
ciudadano. Simplemente para los que no estan al caso, ahí están Ada Colau, por
ejemplo, auxiliada por una variada muestra de lo que la ciudad produce
incansable en su horno de honestidad y honradez. Si eso cuajara razonablemente
bien, como el viejo físico, seria el punto de apoyo para levantar la tierra. Me
estoy entusiasmando.
Lo que diseñé en dos partes, por esas flores casi de
verano que les he descrito, se me convierte en un terceto que musicalmente es
mucho más florido.