miércoles, 10 de agosto de 2011

CRÓNICAS DESDE MI MORERA (1)



Desde el puente de mando de estas vacaciones contemplo el mar en calma y leo la prensa alarmado, y eso sin citar los telediarios ya sea en catalán, ya en castellano.


Al iniciar el despliegue agosteño les advertir de la fecha fatídica del 2 de agosto. Hoy es 2 de agosto y, siguiendo las ancestrales costumbres medievales, el mundo no se ha acabado pese al Tea Party y a ese apreciado presidente americano que sigue, tal vez sin saberlo, la ruta marcada por el también presidente Zapatero. Es decir, tirar por la borda y con escasas posibilidades de recuperación una política y lo que es más importante un voto que esperaba otras cosas.


A pesar de que el mundo sigue, en realidad no se espera otra cosa hasta dentro de muchos millones de años, el asunto ha quedado más bien al borde del precipicio y con unas inercias que no terminan por definirse. Los USA podrán pagar las nóminas públicas, las pensiones y demás, al coste de la recesión y del paro. Y, eso, tampoco gusta a los ”mercados”. Expresión que ya saben ustedes que pienso que es una desfachatez más del lenguaje vendido o comprado.la historia, como dijo alguien, se repite, la crisis del 1929 ya sufrió embates ideológicos que hundieron aún más la economía. Como ahora. Lo que al principio parecía una reacción racional y experimentada a la crisis se ha ido convirtiendo en un tratado de mentiras, tonterías y riesgos colectivos.


La decisión que se ha tomado en el ámbito parlamentario de los USA, ya saben Congreso (representantes y senadores) equivale para muchos a la cicuta, eso sí, en bien de la coyuntura más inmediata que obligaba a la autoridad americana a tragarse todos los sapos del mundo mundial. Por ello, la crítica, al más puro estilo Krugman, es por el proceso de cesión de soberanía que el presidente Obama ha estado aceptando durante el último año. Era claro que la situación en el congreso de Washington no permitía la aplicación de la política social y económica por la que el presidente accedió al cargo. Es evidente que el votante abstracto hizo una mala jugada al repartir el poder y apostar por la parálisis en tiempos de guerra. La acción subversiva del Tea Party, colapsando la tradicional política del acuerdo entre demócratas y republicanos, ha conseguido un triunfo espectacular y marcará por mucho tiempo el posibilismo político. Algo de ello sabemos por aquí. La oposición ultra, total, de imposible acuerdo, totalmente calvinista es la negación de la política y un paso hacia el autoritarismo más exacerbado.


De momento nos hallamos en una nueva fase de la crisis en la que la recesión, allí donde un débil crecimiento aparecía, puede estallar de nuevo. Las bolsas están expresando una duda racional entre una política de recortes presupuestarios dura y el esperado despegue. El 2 de agosto ha tenido una extraña coincidencia, que me alarma el que no estuviera prevista, el anuncio de un bajísimo crecimiento industrial en los USA. Eso y los recortes que se aprobaran en Washington están encareciendo de nuevo la deuda de muchos países.


Si contemplamos el panorama económico-ideológico comprobaremos que los mercados reaccionan mal si no recortas y reaccionan mal si no creces. Una contradicción más que evidente, puesto que solo la iniciativa privada podría cambiar la ecuación y esta iniciativa forma parte intrínseca de los mercados. Alarmante.



El fin de semana, una fiesta dentro de otra, me resultó agitado por culpa de un titular de El País del domingo 31 de Julio. Me explico, en las páginas económicas del periódico aparecía un titular luminoso que ponía patas arriba la política de distribución de rentas vigente desde hace 20 años. El titular decía así: Los beneficios empresariales bajan y los salarios suben en España. Hay que decir antes de seguir que considero las páginas económicas de los periódicos y los periódicos económicos como lo más falso de lo publicable. Del estilo, sino igual, peor, de las páginas de futbol.


Un titular así, de ser cierto, era una noticia absolutamente novedosa, rompedora. Pero ¡hay!, hay que leer hoy en día titulares, subtitulares y texto, no sea caso que el director del periódico, el jefe de sección o el propietario mismo hayan intervenido en la redacción.


No sé si eso ocurrió o no, pero siguiendo el texto el asunto era bien distinto: los beneficios empresariales efectivamente disminuían, pero los salarios eran otra cosa. El redactor, tal vez por las prisas o por el escaso escrúpulo terminológico se refería no a los salarios, sino a las retribuciones de los consejos de administración y de las cúpulas gestoras de las empresas. El resto del artículo no se refería a los trabajadores, colectivo al que dignamente se vincula la cosa del salario, se refería, ligeramente crítico, todo hay que decirlo, a esa parte del coste o beneficio empresarial que nada tiene que ver con la distribución de las rentas. Simplemente hablaba sobre los consumidores de Mercedes y Jaguares.


El escrito es paradigmático de lo que la prensa define como economía: la que dictan los mercados y sus ideologías.


Finalmente, reconforta ver que lo previsto se cumple. Así ha sido de momento con la sentencia sobre los Núñez, Huguet and company. Finalmente la cárcel queda suspendida por las atenciones que las comisarias darán a los culpados cada quince días en espera que el próximo lustro la sentencia se afirme o no. Evidentemente los culpados deberán depositar sus correspondientes pasaportes ante el juez, no sea que se auto expulsen del país y se trasladen allí en donde tienen todo lo que camuflaron, por decirlo de algún modo.
Ya les decía que esperaba algo así, tenemos sentencia de culpabilidad, pero no lo que acontece después, que queda en suspenso, no sea que durante los 10 años que se ha tardado en dictarla se hubiera cometido algún pequeño error formal que evidentemente ahora saldrá a relucir.
Tal que con los rumanos, los carteristas, los trasvasadores de cobre y otras hiervas. La justicia como vemos es una, no hay por qué dudar.



Lluís Casas. Representante de Parapanda en el Alt Empordà. Para lo que pueda servir.
Ahora mismo voy a la plaza del pueblo a ver si la conexión municipal a INTERNET está disponible, no sea que ya la hayan recortado.