Actualmente está
en curso de desarrollo en el Parlamento de Catalunya una “COMISSIÓ
D’INVESTIGACIÓ SOBRE LES POSSIBLES RESPONSABILITATS DERIVADES DE L’ACTUACIÓ I LA
GESTIÓ DE LES
ENTITATS FINANCERES I LA
POSSIBLE VULNERACIÓ DELS
DRETS DELS CONSUMIDORS”.
Nombre tan
descriptivo como críptico y que como en los diez mandamientos se resume en
simplemente en “qué coño ha hecho la banca y las cajas para estar como estamos
y a quien hay que detener y poner en una o en multitud de celdas”. El asunto,
ya lo ven, es de aúpa y durará más que las famosas pilas Duracell, algunos
meses.
A partir de este
supuesto contable, me permitirán aplicar una técnica de personalización de lo
que supone la banca ahora mismo para los comunes de los mortales, por eso el
título del artículo. Ahora les explico porque he elegido a este directivo
bancario y no a otro.
En la mencionada
comisión se han propuesto multitud de personas para que comparezcan, les ahorro
la lista para no aburrirles, pero si no recuerdo mal fueron un total
de 336, que restadas las reiteradamente repetidas quedaban en 233. Entre ellas,
claro está, directivos de Caixa Bank y especialmente su presidente don Isidre.
Casualmente, y como en todas las ocasiones en donde La
Caixa es
mencionada en la lista definitiva de comparecientes a cualquier circunstancia
que pueda ofrecer ángulos agudos, ha desaparecido el mencionado don Isidre y
cualquier otro directivo de su entidad. Al final los convocados serán 95, cifra
que no es moco de pavo, pero que se ha quedado sin la pechuga que significa don
Isidre. Y no es que La
Caixa , o su nueva trasmutación Caixa Bank,
no haya distribuido preferentes y no haya acordado hipotecas sui generis.
Ustedes ya me
habrán leído comentarios en este blog en torno a la falta de apariciones de La
Caixa en
la prensa como hacedora de fechorías, cosa que sería normal en una entidad
dedicada al específico sector del movimiento monetario y crediticio. Pero a
pesar de lo que resultaría normal, incluso en una institución bien gobernada e
incluso delicadamente gobernada, no lo es en ese caso y es así simplemente por
el peso en términos de poder que posee sobre el conjunto del espacio-tiempo
catalán. Simplemente La
Caixa , es decir, don Isidre hace lo que le
da la gana.
Pero en
realidad, ¿Quién es don Isidre? Del señor Botín sabemos a ciencia cierta que es
el patrón en todos los sentidos del Banco de Santander. Del señor González
también sabemos que es el representante de los patrones en la tierra prometida
de BBVA, es decir un patrón por encargo. Pero de don Isidre no podemos decir ni
que es el patrón, puesto que la propiedad de La
Caixa tiene
sus peculiaridades, ni que es el representante en la tierra, puesto que La
Caixa tampoco
tiene Dios al no tener formalmente propietario. La respuesta, si la hubiera, puesto
que en la teoría cuántica nada es verdad o mentira, está en los procesos de
acceso al poder de la aristocracia medieval, en la mafia siciliana, en el
imperio bizantino y en el sultanato turco. Una especie de tecnocracia interna
(al estilo de los eunucos transmutados en mandatarios de facto) que con codazos
(cortar cabezas o vaciar ojos ya no se lleva, pero todo llegará) y alianzas al
más puro estilo bonobo, se hace con el poder absoluto ante la parálisis social
y política del contubernio catalán.
Don Isidre
preside en estos momentos una entidad convertida en el vértice del duopolio
bancario catalán, a mucha distancia del segundo, el banco Sabadell. En términos
de poder económico La
Caixa es
a Catalunya como un elefante es a una gacela. Ni el gobierno de la
Generalitat , ni nadie que quiera contar con
créditos o amistades útiles se atreven a toserle a don Isidre, ni por vía
interpuesta. De ahí su incomparecencia a la mencionada Comisión.
Si vemos la
retribución que don Isidre recibe no es la mayor del sector, todo y que no es
tampoco una cifra de cristiana moderación, como correspondería a un creyente en
Don Escrivá de Balaguer como don Isidre, algunos medios citan unos 2,6 millones
de euros anuales. Cosa incomprobable sin pertenecer al cuerpo de inspectores de
hacienda y en una noche especialmente oscura. No se citan las prebendas
habituales para tamaños directivos, vehículos, gastos de representación pagados
y un etcétera que es mejor no saber para tranquilidad de la conciencia cívica.
Si les viene a
bien, les aconsejo un pequeño viaje por la web de La
Caixa o
de Caixa Bank su esquizofrénica personalidad actual. Les saldrán los nombres de
los miembros del consejo de administración, en donde uno imaginaria que la
Catalunya toda
estaría representada. Pues no es así, aunque si hay una persona de ascendencia
asiática y uno del lejano oeste. Otros responden a la corriente monopólica de
la publicación de prensa, la gran patronal y otros apellidos más discretos
aunque con historia, incluso política.
En fin, para
completar con alguna ciencia lo dicho, sigan ustedes la publicación
“Alternativas Económicas” que en su número de junio les detalla esas pobres
retribuciones de la banca.
Lluís Casas retirando la petición de crédito que
hizo en su día en una sucursal de La
Caixa.