lunes, 16 de marzo de 2009

¿DE QUÉ VAN VESTIDOS LOS SECRETARIOS GENERALES DE CCOO Y UGT DE CATALUNYA?






Les adjunto para su disfrute estético y para un análisis más concreto y exhaustivo del que puede hacer un servidor, una fotografía reciente en la que aparecen los dos secretarios generales de CCOO y UGT de Catalunya. Me interesa la descripción de sus atuendos y su compostura, no por una cuestión de interés personal, sino, para con ello, averiguar su pensamiento y acción en esta época tan difícil. Recuerden lo que hacían romanos y cartagineses en los momentos delicados de su historia. Para acceder al núcleo de los acontecimientos era necesario hacerlo a través de ciertos vericuetos, que en aquel entonces podía ser el hígado de un pollo o el vuelo de unas palomas y hoy, porqué no, el fondo de armario de los señalados por los dioses. Eso ya es normal en ciertas profesiones actuales, generalmente vinculadas a la moda, la canción y la venta directa de bonos basura. Una de las preguntas fijas y consideradas principales en la mayoría de las entrevistas a esos seres aludidos es esa precisamente, que tienen en el armario ropero, de lo que deduzco que nos encontramos en las mismas que con las palomas. Y ciertamente una forma mucho más científica y comprobable que lo del hígado del pollo.


El asunto del atuendo de las personas no es cosa de escasa relevancia, a pesar de la a-moda actual que utilizan los adolescentes, con una manifiesta incomodidad por mantener separados y a la vista calzoncillos y pantalón y no romperse la crisma a la menor oportunidad de las que ofrece la ciudad. El atuendo refleja multitud de aspectos del individuo y no hace mucho era algo sobre el que cada uno debía tomar decisiones diarias que le abrían o cerraban puertas y conocimientos. Por otro lado unos secretarios generales de los sindicatos más representativos tampoco son cualquier individuo. Son personas públicas en el sentido más etimológicamente exacto de la palabra. Lo que hacen o dejan de hacer puede tener relieve en el devenir no solo de sus organizaciones, sino también del conjunto del país y de la ciudadanía. Por no citar sus necesidades de confrontación y acuerdo con sus habituales antagonistas natos, los patronos y sus organizaciones empresariales, mucho más cuidadosos (y con más posibles sin lugar a dudas). O la administración, lugar indeterminado en donde acaban y comienzan muchas de las pegas o soluciones de los asuntos que diariamente manejan esas dos personalidades. En todas esas ocasiones el atuendo, la compostura y las diversas habilidades y carácter personal son, para mí, importantes. Antes de seguir quiero hacer constar para descargo, si fuera necesario, de los actuales secretarios de CCOO y UGT que el atuendo de sus predecesores no fue, si la memoria no me traiciona, muy distinto del que usan los actuales. Tal vez se deba a una tradición o a un compromiso desconocido para los militantes que se pasa del saliente al entrante en la intimidad del último encuentro.


Lo que nos muestra la fotografía es enormemente relevante y por comprobaciones posteriores, exacto. Esa es la forma de vestir habitual de los dos secretarios, al margen claro está del hábito nocturno (que desconozco) y de la indumentaria para grandes ocasiones, que suele ser más variable y diversa que la habitual, aunque muy ocasional, por lo que podemos dejarla fuera de la estadística de uso.


¿Tiene importancia el atuendo y la compostura? Se preguntaran ustedes. Ciertamente tengo para mí que si. Aunque es justo reconocer que en un mundo con más cámaras fotográficas que ojos resulta excesivamente tenso estar siempre dispuesto y compuesto para el primer plano. A pesar de ello, los que acceden al rango de mandamás deben tener en cuenta que el mensaje no está solamente en lo que dicen, sino también en como lo dicen y ese es un como en que cabe todo. La imagen de quien se expresa es como la forma literaria de una novela o de la poesía, como decirlo es tan importante como lo que se dice. La cosa no es ninguna novedad y en otros territorios es cosa no solo sabida sino practicada y teorizada, a veces hasta la exageración, con lo cual la forma termina substituyendo el fondo. Los extremos, como en tantas cosas de la vida, terminan siendo lo mismo. A pesar de ello, insisto en que los secretarios generales de dos sindicatos como CCOO y UGT deberían atender a esos aspectos personales por que transcienden a su propia personalidad y conforman un cierto mensaje que puede reforzar o debilitar lo que intentan comunicar a través de las palabras, de las organizaciones y de las acciones.


Analizando la instantánea de marras, lo que vemos es realmente alarmante. Su actitud, con toda seguridad justificada por lo insípido de la circunstancia concreta, demuestra que estaban forzados a permanecer en donde los pusieron, aunque su deseo es evaporarse lo más pronto posible. Aunque ese posible hace ya mucho tiempo que paso y su resignación va substituyendo a su agitación. La ropa manifiesta una rapidez en vestirse que niega esa historia que me explicaban de niño: vísteme despacio que tengo prisa. La elección de colores y complementos no es tampoco afortunada, ni siquiera las pegatinas que luce el de CCOO logran animar el alma del espectador. No digamos de la calidad y estado de los tejanos de su vecino, responden a las exigencias que exige la práctica del bricolaje casero, viejos y con rastros de historia encima. Nada que opinar respecto al calzado, unas suelas de patear ocultan su verdadera calidad y modernidad, son pues un misterio y por ello tal vez lo mejor expresado. Otra cosa es el instrumental adyacente. La UGT se prepara, sin duda, para la travesía del desierto dado el envase acuoso que está dispuesto lateralmente y la especie de petate bajo la silla. En cambio, CCOO parece tener un frío profundo, de ahí los múltiples adminículos dispuestos en derredor del secretario por si las cosas se ponen bajo cero. También CCOO manifiesta su preocupación intelectual mediante el método de la bolsa o cartera adyacente, en donde es obvio que no va la fiambrera. El mensaje que lanzan los brazos y manos también es claro, UGT se defiende frente a la agresión extranjera, no sabemos si la protección está justificada por la existencia de un billetero en peligro. De todas maneras su actitud es claramente defensiva. No le va bien eso del bricolaje. Las manos de CCOO son cosa distinta, la expresión altamente femenina muestra calma y paciencia. Tal vez demasiada. Los dos, en cambio, coinciden en la expresión de las piernas. Ambos provocarán la caída de más de un descuidado.


En fin, si tienen algún desacuerdo con lo que digo, ahí tienen la imagen, explíquenla, explíquenla. Para terminar quiero decirles que lo que les ocurre realmente a ambos secretarios generales es que están contemplando el despliegue de la crisis. Todo se reduce a ello.



Lluis Casas asesor de imagen disponible, pidiendo disculpas a los caballeros de la foto.