No es precisamente una noticia impactante, era cosa sabida, ya lo se. Lo original, por utilizar un término poco arriesgado, es que la propuesta gubernamental ha sido modificada en algunos aspectos de cierta relevancia por el propio gobierno, dicen que a propuesta de su tercer socio que actúa como un corsario, pero con licencia madrileña, lo que le permite asaltar al prójimo y ser tratado con todo respeto.
Incluso eso también lo sabíamos. Si hacen memoria o simplemente buscan en este blog, encontraran que no hace muchos artículos yo mismo se lo auguré a propósito de la propuesta de la tasa turística. Cito lo dicho entonces, “será divertido ver al gobierno auto enmendarse una propuesta propia y a la oposición defenderla. Al menos una parte de la oposición, concretamente la que actúa como tal sin ningún tapujo. Toda una virguería parlamentaria, el mundo al revés, una ocurrencia propia de Alicia en el otro país de las maravillas.
El asunto en resumidas cuentas significa entre unas cosas y otras un incremento del déficit de la propuesta presupuestaria de una gran significación, 200, 300, 400 millones. En todo caso y a falta de cifras definitivas un impacto de no te menees en un momento en que el déficit presupuestario no solo está prohibido y mal visto, sino que implica el infierno in aeternum. Alguna solución habrá que aplicar a tamaño agujero y esta también la conoceremos de inmediato.
Mucho me temo que, a parte de los tejemanejes propios de un conseller de economía, escondiendo cartas en las mangas y haciendo aparecer palomas del sombrero de copa, se producirán unos nuevos recortes casi equivalentes al resultado asaltativo de Alicia en materias a las que ya han rebajado una parte no precisamente accesoria. Estamos pues, como en el comercio de febrero, en las segundas rebajas. Ya saben, o por experiencia o por haber atendido a los avisos de los premios Nobel y del que firma, que en nuestras circunstancias, recorte público significa paro, incremento de gastos sociales y una retahíla de consecuencias sobre el consumo que no son precisamente elementos útiles y agradables. Pero así es el mundo neoliberal.
Todo esto, siendo muy importante en términos de gobernabilidad, de seriedad y confianza en el ejecutivo, tiene también aspectos a resaltar como ejemplo de manipulación irreverente del país, de los intereses de los ciudadanos y del futuro, ya muy quemado, de los jóvenes. Me explico.
Es lícito y normal que el ejecutivo busque apoyos parlamentarios para conseguir las mayorías que permitan aprobar sus propuestas. Hasta aquí todos de acuerdo. Lo que ya no es lo mismo, es manipular las necesidades que cubren los presupuestos públicos para mantener poltronas y micrófonos y cámaras. La tasa turística es un excelente instrumento fiscal que no afecta a nadie del país y que puede ser fácilmente absorbido por la demanda turística sin ningún efecto negativo. El ejecutivo, conocedor de estas circunstancias, pero dependiente de una parte del sector empresarial dedicado a vender playa a cambio de calderilla, no tuvo la precaución de preparar el terreno, implicar a otros paridos que hubieran ayudado y fortalecer al máximo la propuesta. Como no lo hizo así y como acostumbrados están a modificar esencias y opiniones así que algún poderoso les estornuda se han echado atrás y ese posible activo se lo apunta doña Alicia. Los alemanes que nos visitan se lo agradecerán. Los ciudadanos adscritos a este país sufrirán las consecuencias. Más o menos como en el siglo dieciséis, financiamos con nuestra desgracia el acomodo de
Otro más, el incremento de las tarifas del agua. Es sabido que
Los dos ejemplos que cito, la tasa turística y el nuevo canon del agua son los dos extremos de un mal asunto, pero en ambos casos el ejecutivo ha sido ejecutado. Rescate in pace.
En fin, ya ven que los intereses del país, las preocupaciones de los ciudadanos y el futuro imperfecto que nos espera no está precisamente en manos responsables, y en todo caso, no en las manos de los mejores o en las mejores manos. Como quieran decirlo.
Lluis Casas esperando una nueva reducción salarial. Y no solo eso.