Metidos de lleno en las últimas curvas del Anglirú de la crisis económica, con desniveles de más del 10% y pasando inevitablemente por la Cueña les Cabres con porcentajes de hasta el 23% (inténtelo ustedes, no podrán mantener el equilibrio sobre el sillín, ni con el piñón del 32 y el plato pequeño), la casualidad me ha ofrecido la coincidencia de leer a la vez a dos monstruos de la reflexión y de la historia contemporánea. Son Tony Judt, malogradamente desaparecido recientemente víctima de una enfermedad terrible, la esclerosos lateral amiotrófica (ALS) y Eric Hobsbawm, todavía dando guerra. Los dos británicos, uno nacido en 1917 (como mi padre) y el otro en 1948, un mes después que yo mismo. Coincidencias que tendré que comentar algún día.
Los textos que tengo encima de la mesa son: Postguerra, historia de Europa desde 1945 (2006) y El refugi de la memoria (2010) de Judt y “Años interesantes” (2003) de Hobsbawm. La coincidencia y la agrupación de lecturas con ya algunos años encima se debe al excesivo número de novelas negras que se están publicando y a mi debilidad por seguir al final del pelotón las novedades librescas. Así quedan pendientes objetos de lectura de gran dimensión que esperan dóciles el momento oportuno. Pienso que el que coincidan los dos autores es excelente, se complementan perfectamente aun desde la distancia de los treinta años que marcan sus fechas de nacimiento. Son historiadores medulares y hablan de nuestras vidas.
No les haré comentarios sobre los libros (son siempre accesibles y conocidos), simplemente les recomiendo que si tienen ocasión no se los pierdan. Tal vez no sea necesaria recomendación ninguna, puesto que ambos autores son lectura necesaria y a la vez más que agradable, con una potente expresión y un reconfortante buen estilo. ¡Qué bien se lee y entiende lo bien escrito!
Los tres volúmenes, independientemente de las fechas de publicación e igualmente al margen de las edades y las experiencias de los autores, coinciden en aportar reflexiones relevantes para los días de ahora mismo. El asunto está tanto en la experiencia personal, cómo han vivido su vida, como respecto a la política y la reflexión histórica del siglo XX.
Ahí queda, ya me dirán.
Lluis Casas
Los textos que tengo encima de la mesa son: Postguerra, historia de Europa desde 1945 (2006) y El refugi de la memoria (2010) de Judt y “Años interesantes” (2003) de Hobsbawm. La coincidencia y la agrupación de lecturas con ya algunos años encima se debe al excesivo número de novelas negras que se están publicando y a mi debilidad por seguir al final del pelotón las novedades librescas. Así quedan pendientes objetos de lectura de gran dimensión que esperan dóciles el momento oportuno. Pienso que el que coincidan los dos autores es excelente, se complementan perfectamente aun desde la distancia de los treinta años que marcan sus fechas de nacimiento. Son historiadores medulares y hablan de nuestras vidas.
No les haré comentarios sobre los libros (son siempre accesibles y conocidos), simplemente les recomiendo que si tienen ocasión no se los pierdan. Tal vez no sea necesaria recomendación ninguna, puesto que ambos autores son lectura necesaria y a la vez más que agradable, con una potente expresión y un reconfortante buen estilo. ¡Qué bien se lee y entiende lo bien escrito!
Los tres volúmenes, independientemente de las fechas de publicación e igualmente al margen de las edades y las experiencias de los autores, coinciden en aportar reflexiones relevantes para los días de ahora mismo. El asunto está tanto en la experiencia personal, cómo han vivido su vida, como respecto a la política y la reflexión histórica del siglo XX.
Ahí queda, ya me dirán.
Lluis Casas