miércoles, 18 de mayo de 2011

EL RECORTE OCULTO

Sin duda las palabras tienen una fuerza desconocida y considerable en cuanto se hallan en el lugar adecuado y en el momento preciso.Recuerden aquellas de: Llibertat, amnistia i estatut d’autonomia, que definieron el fin de un régimen. Así ha pasado ahora, tanto con la versión castellana, como con la catalana del término RECORTE/RETALLADA, que en poco tiempo se han hecho dueñas de los artículos, de las reflexiones, de los debates y del comentario de café. Indudablemente son las figuras emblemáticas de la pancarta y del grito de protesta: “Prou retallades”. Están presentes en aulas y quirófanos, se hallan entre actores y pintores, pasean su figura entre los expectantes pensionistas y entre los castigados parados. Serán probablemente unas palabras que definirán un período histórico. Dentro de unos años los historiadores hablaran del período de los recortes o de les retallades. Esperemos que podamos verlo desde un sofá y cobrando la pensión pública y, si es el caso afortunado, la privada, también.Todo ha ocurrido cuando un gobierno (por decirlo bondadosamente) poco reflexivo puso el concepto como eje programático de su actuación. CIU se inventó el término bajo el que ha de sufrir intensamente toda la legislatura. Poco después, se dio cuenta que había inventado el eslogan en su contra e intentó variar proponiendo un término alternativo estalvis/ahorros de una significación muy distinta y de carácter muy catalán. Pero como no certificaba la realidad no tuvo éxito, evidentemente.Espero pacientemente las explicaciones freudianas sobre el asunto: ¿Como se pasa en dos días de la propuesta del cambio a mejor a la exigencia del recorte? Puede que los lingüistas también nos informen sobre si esos términos tienen algún oscuro significado antropológico. Tal vez sea así.Imaginen pues, a un capitán de barco, en su viaje inaugural gritando: tripulación a bordo, para seguidamente, licenciar a la mitad para ahorrar costes y advertir que no pagará la estancia en puerto. Colocado frente al timón paterno se da cuenta que ya no cuenta con el piloto de la embarcación, licenciado entre muchos otros, y esta se pone a la deriva. Ya no hay capitanes de barco como el gran William Bligh que navegó diez mil millas en un bote con simplemente el reloj y el mapa en la cabeza y dejó al pobre Marlon Brando recluido en una isla perdida con la Bounty quemada y hundida. Bligh se salvó porque pensó y actuó en positivo, poniendo toda la carne en el asador.Es posible que exista una cierta táctica oculta en eso del recorte (yo prefiero retallada, su fonética es más explicita), puesto que CIU se lanzó a propuestas que sólo en una pequeña parte se han materializado. Aunque han producido mucho ruido y han alertado convenientemente a sus víctimas. La parte del león del recorte está por llegar, ya veremos si hay atrevimiento o no. Lo del día 22 podría ser decisivo.Pero aparte del programa de recorte, hay una circunstancia de gran importancia que pasa desapercibida a casi todos. Es muy simple, estamos a mes de Mayo y por lo tanto ha pasado exactamente el 41% del ejercicio presupuestario con un presupuesto prorrogado y ajustado a cifras en torno del 30%. El nuevo presupuesto es presumible que esté en el Parlamento poco después del 22, con las modificaciones que el resultado electoral (sobre todo el de la capital Barcelona) exija. Lo que nos anuncia que solo a finales de Junio puede haber licencia para gastar. Añado que, de acuerdo a leyes y normas, el periodo de tramitación del gasto consecuente puede llevar más de tres meses si no es muy complicado y más de seis si lo es. Con lo que tendremos una ejecución del nuevo presupuesto más bien raquítica, puede ser del orden del 80% si todo va bien.Esto quiere decir que el recorte, o al menos una buena parte de él, ya está hecho sin anuncios, ni debates. En cifras del mes de Abril la ejecución se situaba en el 28% y el pago en el 21%. Lo que significa que no hay prácticamente nada en curso en los departamentos del Govern, puesto que la disposición debería ser mucho mayor que el porcentaje temporal en razón a los periodos de trámite. Lo que se ha movido está prácticamente pagado, piensen en las nóminas, consumos, alquileres y unas cuantas cosas más y estarán al cabo de la calle.El Govern se ha pasado cinco meses esperando. Un repaso a departamentos y conceptos tiende a reforzar esa imagen. La inversión ejecutada está en buena parte pagada, lo que nos dice que se trata de otra cosa que no sea proyectos de cierta envergadura. Y así todo. No les canso, puesto que la información está disponible en la Web de la Generalitat, si quieren pueden confirmarlo.Si esto es así, tal vez el debate del recorte sea artificial de aquí a muy poco. Presumo también que van a saltar chispas en poco tiempo, una vez las exigencias de la realidad no tengan expediente de gasto en el que colocarse. O eso, o va haber muchas facturas corriendo clandestinamente por los cajones.En fin, en términos macroeconómicos y al parecer del Keynesianismo nuevo o viejo, el presupuesto real del 2011 es contractivo de cojones, aún sin el recorte anunciado. Eso se traduce en menor actividad económica (en sectores clave) en más paro y en menos ingresos fiscales y un corolario de, tal vez, mayor déficit público. Todo un acierto estratégico que debemos al insigne capitán sin piloto.Lluis Casas, simplemente ecónomo.PostscriptumPermítanme que les cuente a modo de relatos cortos mi interpretación de este fin de semana, en el que se han desarrollado diversos hechos que rozan el acontecimiento.Empezaré con lo más vistoso, la manifestación del sábado contra los recortes sociales. Coincido con ello con lo dicho aquí por el de Parapanda. Protesta que apunta tanto a las decisiones que se toman en Catalunya por el nuevo gobierno de CIU, como a las que se toman en Madrid por el gobierno federal, respaldadas, hay que recordarlo, por el grupo parlamentario de CIU. No pueden alegar ni ignorancia, ni participación activa.La dimensión de la protesta, viendo la actitud de los manifestantes, su composición sociológica y organizativa, los eslóganes y pancartas, así como el volumen de participantes, hacen que lo del sábado tenga una gran importancia política que nadie debería desconsiderar. Cuando digo nadie me refiero, sobre todo, a los gobiernos acusados de ir contra los intereses básicos de la ciudadanía democrática, como a los oscuros poderes que están detrás del modelo de “salida” de la crisis. También debe de ser motivo de reflexión y de acción consecuente para los partidos de izquierda y para los sindicatos. Por una vez en estos últimos tiempos han dado en el clavo. Así deben seguir.En primer lugar de la valoración, siempre que sale a la calle una manifestación popular, está la guerra de cifras sobre el número de personas asistentes. Bien, a un servidor, que maneja decentemente la tabla de multiplicar, le salen más de 80.000 asistentes, como también afirma nuestro honrado jefe de blog.Un servidor se recorrió la “mani” al revés, desde la llegada a la salida y contó algo más de dos kilómetros de recorrido. Con una anchura callejera de unos 40 metros en promedio, sale fácilmente una superficie de 80.000 metros cuadrados ocupados. Desde Plaza Catalunya al Parc de la Ciutadella. El paso siguiente, como ven, es casi innecesario. Multipliquen ustedes esos metros cuadrados por la densidad de personas. Quedándonos a un simple 1 por metro cuadrado, cifra moderada donde las haya, estaremos en esos 80.000 participantes. Lo demás es simple producto de la ignorancia respecto al concepto de superficie (son solo dos dimensiones, pero a algunos les cuesta comprenderlas) o de intereses ya sabidos.La cifra exacta carece de importancia, debatir el número es desviar la atención de lo esencial. Fue obvio que la asistencia cumplía sobradamente con la necesidad de hacer evidente el descontento con lo que nos están haciendo tragar a muchos niveles y de muchas formas. Fue una manifestación que si hay en algún lugar gubernamental una cierta inteligencia y un mucho de no hacer tanto caso a los intereses de la minoría poderosa en dinero, ha de llevar a cambios de táctica y de estrategia.El segundo acontecimiento del fin de semana lo constituyen las reacciones posteriores a la manifestación a cargo de ínclitos elementos de CIU, son la segunda parte de la jornada en importancia. Tanto el President Mas, como ese comisionista de autopistas privadas que es Duran Lleida, iniciaron la contraofensiva desconsiderando al personal asistente el sábado y a sus razones.Ellos, el gobierno de CIU, han dicho, que solamente responden a lo que es verdaderamente importante, la mayoría silenciosa. Concepto fluctuante y antidemocrático donde los haya. Uno que tiene ya una edad, recuerda perfectamente que ese eslogan, con semejantes palabras u otras parecidas, era el eslogan justificativo del franquismo, cuando en la calle, en las fábricas o en los barrios se alzaba la voz. Un recuerdo histórico que no hay que echar en el olvido.Sin querer comparar, el considerarse el gobierno de la mayoría silenciosa es un lujo que ahora mismo está dando muchos quebraderos de cabeza a las élites de Egipto, Túnez, Siria y un etcétera más que amplio.Los movimientos de masas democráticos que promovieron lo del sábado, en una confluencia de organizaciones, asociaciones, profesionales, sindicatos, partidos, etc. a las medidas gubernamentales impopulares e injustas, requieren un respeto por su peso no solo cuantitativo, sino cualitativo Por ello, la respuesta del President queda a un nivel impensable. CIU no tiene mayoría absoluta, CIU no ganó las elecciones con un programa de recorte social. Incluso sectores afines tradicionalmente a sus posturas, como en la sanidad pública por ejemplo, se han levantado en contra de su forma de hacer y de sus propuestas. Dos cosas, forma de hacer y propuestas, incluso contra el oportunismo terrible de intentar esconderlas en espera de lo del día 22, una vez vieron que grandes sectores sociales se movilizaban.Haría bien el President en reflexionar sobre el verdadero significado democrático de la Presidencia de un gobierno. Sus palabras han dejado al descubierto a un rey desnudo de verdadero liderazgo democrático. Con su: a mi solo me importa el que se queda en casa y calla, nos ha dejado absolutamente claro que no merece estar donde los votos lo han puesto. Su verdadera dimensión partidista, ideológica en el peor sentido de la palabra, incluso provocativa en momentos en que el país no está para malas palabras, ejemplarizan su distancia respecto al sentido real de la Presidencia de la Generalitat.CIU está perpleja, de ahí esta reacción tan poco reflexiva y tan inconveniente. No entiende que la salida de la crisis, tal como se la plantea (y como se la ha planteado el gobierno federal) no hará más que encender fuegos difíciles de apagar, sin conseguir generar el crecimiento del empleo que los ciudadanos perciben, como los economistas sensatos, como el eje del éxito. CIU, como he dicho antes, es coparticipe activo del modelo que propone y aplica el gobierno federal. Tal vez su ideología, no permitió a CIU entender que lo que aprobaba en Madrid tendría que aplicarlo en Catalunya, apuntando a los elementos esenciales del estado de bienestar, en manos gerenciales de las CCAA.El recorte social, cada día está más claro para muchos, es una reacción ideológica falta de base que tiende a romper el pacto social básico en una democracia: todos asumen costes y ganancias de una manera racional y proporcional. Y esto no se está haciendo así. CIU ha despreciado la capacidad de entendimiento de los ciudadanos con su insistencia en rebajar los impuestos a los ricos, cuando el país está necesitado de esos ingresos. Solo eso ya cuestiona en profundidad sus intenciones. Es una operación excesivamente arriesgada: recortar los beneficios sociales a la mayoría de la población e insistir en recortar la aportación fiscal de los altos ingresos. Simplemente es una provocación de tan poco disimulo que resulta incomprensible en un bipartido de tan larga experiencia. Si se fijan, el gobierno federal, si bien no ha aumentado la fiscalidad a los ricos, tampoco ha hecho en estos momentos acción alguna para rebajarla. Detalle que se le ha escapado a CIU en su ambición por recuperar la Generalitat.El tercer acontecimiento, poco reflexionado en la inmediatez, han sido las manifestaciones más radicales que reclaman una democracia verdadera. Estas planteadas como una estrategia más general y con un más que razonable éxito en diversas ciudades.Estas tampoco han sido poca cosa y merecen, como la más masiva del sábado por la mañana, atención y reflexión. La confluencia de las dos dinámicas, la más reformista y la más radical (radical, pero dentro del orden democrático) tendría que llegar, aunque hoy por hoy no me parece mal su acción paralela. En realidad ambas se apoyan sobre la misma base y en los mismos motivos. Una insiste en la vía política más tradicional, partidos y movimientos. La otra se desliza hacia una cierta negación de la acción política y organizativa más tradicional, sin propuesta alternativa, de momento, orgánica y política. Ambas son compresibles y lógicas en estas circunstancias. Sería bueno, de todas maneras, que la más masiva no perdiera de vista a la más alternativa.Y, termino, poniendo el acento en esa detención del director gerente del FMI en Nueva York. No pongo en duda nada, simplemente me pregunto cómo es posible que se den esas “casualidades” que niegan la más elemental estadística. El futuro presidente de Francia, de izquierdas, que es a la vez el transformador de la tradicional política neoliberal del FMI, lo pillan con las manos en el pandero…Hay unos intereses sueltos por ahí que se están frotando las manos.Lluis Casas circunspecto