domingo, 14 de febrero de 2010

¿CÓMO DICE, SR. MARAGALL?







A Ernest Maragall, conseller d’ Ensenyament, le perseguirá una frase que ha pronunciado recientemente; al gobierno tripartito catalán le perseguirá esa misma frase por lo menos durante los próximos meses. El desparpajado político ha dicho: Catalunya está fatigada del tripartito. Naturalmente es un spot publicitario un tanto chocante. Que, sin lugar a dudas, provocará un efecto simpatía en la oposición y --¿quién sabe?-- en algunos intersticios del mentado tripartito. Vale la pena añadir que don Ernest no habló descuidadamente, esto es, ante unos micrófonos que pensaba cerrados. Lo hizo a sabiendas y queriendas.


Me pide el editor un comentario sobre el significado de lo dicho a conciencia por el Conseller d’Educació, don Ernest Maragall. En otros tiempos llamado el Gran Hermano y un sujeto de armas tomar siempre. Me refiero, claro está, a ese cansancio con que, según el interfecto, Catalunya asume un gobierno plural de izquierdas, mal llamado tripartit.


Como muchos malos políticos, Don Ernest, tiene escasa memoria. Habría que conseguir explicarle que la anterior versión gubernamental, CIU, es un bipartido y que a lo largo de sus 23 años de gobierno tuvo trifulcas abundantes, así como muchísimos casos de corrupción o de claro oscuros tirando a negro. Incluso hubo un desgraciado suicidio en Filipinas claramente relacionado con el caso turismo. Hubo también media Catalunya incendiada frente al pasmo gubernamental que con escasos recursos acudía a su extinción. Hubo pactos espurios para los catalanistas con el PP de España. Hubo renuncias a montones respecto a competencias, infraestructuras, financiación y una lista tan larga que me abstengo de su enumeración exhaustiva. Hubo un desprecio solemne y permanente al Parlament. Y un pecado original capital, en el momento inicial de construcción del país, otro tripartito no se lo pierdan, CIU i las ERC de entonces, renunciaron a un gobierno amplio y dejaron a la izquierda que sostuvo el frente anti franquista fuera. El gobierno de unidad, o de gran unidad política siempre se ha utilizado en democracia para salir de las grandes catástrofes. El “això no toca” del President Pujol era el eslogan real de CIU y asociados. Con ellos nunca hubiera tocado la reforma estatutaria, ni la financiación, ni siquiera la transferencia de Rodalies, puesto que el método base era la ligera presión bajo mano por intercambio de favores. El poder por el poder y que no se note.


Si el país catalán no estaba cansado entonces fue porque no tenía sensibilidad y sí hoy, con un nuevo estatuto, un nuevo sistema financiero, una enorme lista de infraestructuras y equipamientos que nunca antes se había nadie atrevido a crear, lo estuviera, sería por un exceso de sensibilidad a una enorme campaña mediática de desprestigio nunca vista en democracia por su intensidad y duración. Y, claro está, por muchas circunstancias no menores, entre ellas el golpe sobre el primer hermano, don Pasqual. La crisis tampoco es ajena a la circunstancia, ni tampoco la gran debilidad de comunicación por parte del actual President y en general de todo el govern.


Obviamente no todo lo realizado se ha hecho bien y algunas cosas no se han hecho nunca. Pero me atrevo a decir con la seguridad del dato que nadie puede poner en duda cabalmente que el gobierno de izquierdas en siete años ha hecho más, mucho más por la patria, sin necesidad de nombrarla que los gobiernos patrióticos anteriores. Así deben construirse las patrias, haciendo sin nombrarlas.


Deduzco de ello que tal vez don Ernest no esté muy fino de análisis o simplemente ve muy cerca el declive político y trata de hacerse con algunos activos para el hipotético futuro. ¿No será don Ernest alguno de los citados por el Sr. Mas para un posible gobierno CIU con independientes? No lo creo. Una trayectoria tan larga en el seno socialista no puede romperse e ir a parar a la cotangente convergente. Por ello, pienso que la solución del problema, si este existe y la solución también, es una propuesta sobre el eje de la sociovergencia. Don Ernest apunta a un gobierno fuerte que en las actuales circunstancias significa pacto (con lo cual no es tan fuerte) y el pacto para sumar es otro tripartido: Convergencia, Unió y el PSC, sin Ciutadans pel Canvi, claro.


Sumen lo que sumen, en Catalunya parece concluyente que el gobierno pasa por acuerdos en los que uno u otro tripartido se hará con el gobierno. Don Ernest obvia que si la tendencia preponderante es hacia la derecha, la brigada mediática callará o se abstendrá de gritar y se conformará con leves siseos. Por ello Catalunya que tiene mal oído se tranquilizará y se echará a dormir, con lo que tendrán asegurada una patria poco cansada y bien amordazada.


O así me lo parece, como terminaba sus artículos un enorme periodista en La Vanguardia cuando se decía española.



Lluis Casas peregrino