martes, 12 de enero de 2010

LA DEMOCRACIA CRISTIANA LOCAL: UNIÓ







Me llega el ácido comentario del amigo Nicolás García Sánchez respecto a esa gran novedad que se ha producido en Vic, capital de la comarca de Osona. Tierra fría en invierno y en donde los cerdos imponen su olor con intensidad. Cosa comprensible puesto que después se transforman en espetecs para el consumo general.


La novedad, les explico, es que el ayuntamiento procederá a constituirse en un acusica de todos los inmigrantes que se empadronen en la ciudad y no tengan papeles. Llevará sus nombres, apellidos y domicilio a las instancias federales para su debida expulsión del territorio patrio. Como ven es una idea excelente y que dice mucho de la hombría, solidaridad humana y comprensión de los regidores de Vic, cuna de ilustres prelados, sacerdotes y demás personal de rosario y agua bendita.


Por si no lo saben, esos ediles responden al ordeno y mando de un preclaro miembro de un partido, Unió Democrática, que se autoproclama cristiano, en el sentido político, cristiano demócrata. Su líder y alcalde procede, como todos los humanos, de una familia de rancio abolengo (el primero que se conoció era un australopiteco africano) y posee grandes propiedades forestales mantenidas con una buena aportación pública. Se sabe, que incluso su hija consiguió con el beneplácito paterno una plaza en el ayuntamiento en calidad de secretaria de su padre o algo parecido. Su alcaldía se apoya en ese pacto de hierro entre Unió i Convergència.


Todo el mundo sabe en Catalunya que Unió nunca irá sola a las elecciones y que las trifulcas entre los dos socios se deben a los aspectos decorativos del pacto. Cuando gobiernan ese par de dos, se dice en Catalunya que el porcentaje de miembros de Unió dependientes del presupuesto público es la tasa más alta del mundo. Ni siquiera superada, con perdón, por el PC chino.


Dicho eso, en honor a una información básica, paso a los comentarios que suscita la medida anunciada, aunque dudo que la pongan en práctica, así que el ruido que provocará se acentúe. El valor no es una cualidad que haya permanecido en esas familias de rancio abolengo.


En primer lugar les diré que en palabras del propio alcalde, ellos no perjudican a los inmigrantes. Al fin y al cabo, los que expulsan son las instancias federales afincadas en Madrid. Ellos simplemente pasan información y lo que ocurra con ella y con los que resultaran perjudicados no es cosa del munícipe. Un ejemplo de valor frente al enemigo y de coherencia cristiana. Vic será el primer municipio que emprenda esa senda de los elefantes hacia el cementerio. Hasta ahora los municipios con un excelente criterio empadronaban a quien quería empadronarse y facilitaban el uso de los servicios públicos básicos. En definitiva, ponían las primeras y principales piedras para la integración de los recién llegados, puesto que dejaban de ser marginados para pasar a emprender la ruta de la escala social: trabajo, vivienda, impuestos, etc. Ahora, Vic, asustado por una propuesta política fascista que tiene raíces en la población rompe con el sistema integrador y se constituye en denunciante. En denunciante de los desfavorecidos, de los débiles, de los que necesitan ayuda. Como corresponde a buenos cristianos, cuando alguien solicita ayuda hay que demandarle al tribuno y que el lo cuelgue. Lo bonito del asunto es que Vic anuncia la medida en Navidades, territorio temporal básico del buen cristiano en donde las parábolas que conducen la vida ejemplar del creyente hablan de esperanza, caridad y un largo etcétera. Como ven, Vic, su alcalde y la fuerza política gobernante son coherentes de cojones y responden como nadie a aquello que les decía a propósito de los creyentes excluyentes.


No sé si en Vic harán distinción entre cristianos y musulmanes, me temo que ni eso, pero seria conveniente que facilitase el tránsito de los buenos cristianos rumanos de forma más ejemplar que con los musulmanes, que al fin y al cabo, son infieles de armas tomar. No se si con los asiáticos las formas serán distintas, pero en el fondo es igual, los asiáticos son incompresibles, tanto si son cristianos como animistas.


En fin, que los demócratas cristianos catalanes han anunciado su aggiornamento con una medida que da la talla democrática a la que aspiran: las bases del fascismo y del chovinismo. Y anuncian urbi et orbi el fondo real del cristianismo que poseen.


No hay desperdicio.


Por cierto, que hacemos los no creyentes y en cambio solidarios para dar una tunda política a esos proboscidios, con perdón para los elefantes del zoo.



Lluis Casas, harto de hipocresía