domingo, 28 de septiembre de 2008

VISCA (el camp d') EL BARÇA. O la especulación inmobiliairia de unos terrenos (1)





Tal vez los lectores, a la vista del titular que encabeza el articulillo, crean que me he vuelto loco o que por fin afloran mis contradicciones nacionalistas. Nada de eso. El título significa que afluyen novedades o, mejor dicho, puestas al día de lo que siempre ha imperado en el mundo inmobiliario de la ciudad de Barcelona. El campo del Barça, o el Nou camp, con cincuenta años de veteranía, es hoy, en plena crisis inmobiliaria, la pieza de caza que las (bulímicas) ambiciones económicas y políticas de un simple han puesto a la vista de los cazadores de parcelas.

El asunto del campo del Barça es lo de siempre en materia inmobiliaria: se pilla una zona calificada de blanda (equipamientos) y se cambia a alta densidad edificatoria, con viviendas, zonas comerciales, etc. El resultado son millones de euros para unos pocos y más ciudad de mal vivir para todos y especialmente para los que durante cincuenta años han sufrido domingos por la tarde y miércoles por la noche la invasión extraterrestre de cien mil aficionados a la cosa redonda: la alegría de los vocingleros es el sufrimiento del vecindario, cuando gana el equipo casero.

El asunto, aupado a la primera página mediática por motivos de relevancia popular --el futbol, el Barça y todo eso-- toma ahora la deriva del debate mediático y político, en donde todos buscarán la tontería máxima que les haga aparecer en la foto de primera plana, tontería que les permita despistar al ciudadano y claudicar frente al inmobiliario. Ojo al detalle, presiento un cierto acuerdo de fondo: yo presento el asunto como una reducción de la petición, tu te cabreas y todos contentos.

El proyecto de remodelación de la zona de equipamientos, propiedad del club (un nombre un tanto sorprendente, puesto que de remodelación nada de nada, simple derribo y a otra cosa, mariposa), zona situada en el mejor espacio disponible en la ciudad para la voraz atracción que sienten los tiburones inmobiliarios hacia los grandes espacios urbanos, hace años que da vueltas en los despachos consistoriales. El proyecto está a la espera de un concejal más sensible a los argumentos económicos privados (por lo visto lo han encontrado). Esos despachos, poco pertrechados de la valentía política necesaria para su función, no se atreven. No se atreven a decir lo que deben: basta de especular con el poco espacio que le han dejado (las operaciones inmobiliarias) a la ciudad y a los ciudadanos. Si el Barça quiere hacer negocios que compre acciones de una banca de inversión americana, que hoy por hoy están muy accesibles. Si el Barça quiere pasta para malgastarla con inútiles quimeras humanas, que busque patrocinador, pero que deje tranquila y confiada en el futuro a la ciudad (de la que lleva el nombre y a la que dice representar) y a sus sufridos vecinos. Y en todo caso, que realice una adecuada gestión de su negocio y alcance sus objetivos sin pedir limosnas, ni favores a quien no las tiene y no puede darlas.

En el colmo de la desfachatez pública, el actual presidente, perdedor de todas las consultas recientes a su electorado, exige las mismas malas artes que el consistorio (con Pasqual Maragall al frente) utilizó contra la ciudad y a favor del R.C.D. Español, en alianza estratégica con grupos promotores que se dieron el atracón. Todos los vecinos recuerdan el mal campo de Sarria al observar los monstruos edificados en su lugar.

Este asunto tiene vertientes delicadas, tanto respecto al posible uso que se le quiere dar a esos terrenos del Barça, como al sujeto activo y al predicado que le sigue. El mal ejemplo del Español, nos dice mucho sobre la desfachatez política y social que reina en la república catalana. El Español es un club privado que pertenece a dos socios relevantes: la familia Lara (Editorial Planeta) y la Generalitat. No se sorprendan: ésta ha otorgado créditos abundantes sobre la garantía del futbolista Tamudo a través del banco oficial de la Generalitat. En fin, por ello Tamudo puede ser considerado metafóricamente como una especie de funcionario de la Generalitat en comisión de servicios en el Español. Aunque eso sí, fuera del convenio colectivo de los funcionarios. Esos créditos, sorpréndanse, fueron otorgados por el eminente españolista Jordi Pujol (convenientemente denunciados por el titular de este blog cuando le dio la desventura de ser diputado) probablemente como acción benéfica hacia el desarrollo de las nuevas tecnologías y para generar ocupación entre la alta tasa de paro de los futbolistas. Creo saber que todavía están vivos y renovados. Esos tiempos vieron una espectacular alianza entre los dos palacios de la Plaça de Sant Jaume, uno con créditos, otro con recalificaciones urbanísticas en beneficio de un grupo de futboleros. Lo que puede la feria de abril!!

El hecho que el presidente del Barça exija igual trato al que obtuviera el Español en materia de especulación urbanística tiene sus pelendengues, que diría acertadamente mi abuela. El Barça es más que un club, en relación a su impronta catalanista y a su inespecífica representatividad social. Ahora bien, en este caso, su presidente se pasa por el sobaco (allí donde yace el billetero) esos aspectos tan relevantes y quiere ser como el Español. Quiere beneficios privados a cambio de costes públicos para la ciudad y sus vecinos. No se lo pierdan, es un individuo que no esconde sus ambiciones políticas, cercanas a CIU. Incluso en algunos momentos pretendió dar el salto al palacio sito en el parque de la Ciudadela. Pretensión coyuntural producto de una copa de Europa y, tal vez, de otras copas mal tomadas. Hoy la presión por los resultados futbolísticos y por las malas artes con que dirige el club, lo lanzan a parecerse a un conocido presidente madridista que hizo lo mismo con su ciudad que el barcelonista quiere hacer con la suya. Alerta las masas barcelonistas!, su actual presidente rompió la norma no escrita que exigía que procediera del submundo inmobiliario, como la mayoría de los demás, Núñez incluido. Pues bien, el que no tenía ese pecado original quiere terminar asumiéndolo. Paradojas.

Lo que ofrece la vida si esperas lo suficiente! Les auguro un segundo artículo a no más tardar.

Lluis Casas, visca el Barça.