miércoles, 21 de noviembre de 2012

EL DÍA DESPUÉS DE LA HUELGA GENERAL



Me abstendré de comentarios generales en torno a la huelga general de ayer. Simplemente les diré que coincido con el sumo manager de este blog y ahí lo dejo.
Mi intención es llamar la atención sobre aspectos colaterales de la convocatoria, algunos pienso que son importantes para el inmediato futuro, otros son simplemente anotaciones sociológicas que quiero compartir con los pacientes lectores, en caso que los hubiera.
En primer lugar, hoy al llegar al presunto trabajo (me quedan 4 días laborables de rutina matutina), algunos compañeros que no hicieron huelga me han comentado que, a pesar de lo anterior, si fueron a la manifestación y en cualquier caso estaban por las reivindicaciones expuestas para el día de autos. Cosa que coincide con otros muchos comentarios que ayer, en el fragor de no poder mover un solo paso, oías en el entorno del Passeig de Gracia. El asunto tiene su relevancia, puesto que define una actitud con la que hay que contar. En realidad, muchos trabajadores, profesionales, trabajadores públicos, comerciantes, etc. sienten miedo, temen por sus ingresos que les son imprescindibles, temen por su puesto de trabajo en lamentable equilibrio inestable o simplemente su conciencia de “clase” no llega a tanto como para añadirse a la huelga. Sin embargo, la mayoría coinciden con los objetivos que planteaba la huelga y muchos de ellos se añaden con gusto a la manifestación. Una actitud que puede recibir críticas de los más acérrimos partidarios de la lucha de clases, como un servidor de ustedes, pero que existe y pesa. Mi opinión es que hay que tener en cuenta este factor. Al hacerlo incrementamos, sin duda alguna, la capacidad política de las acciones en defensa de los derechos laborales, de la democracia en sentido pleno. No es más que el antiguo lema, muy a menudo olvidado, de sumar y no restar. Otra cosa es el como.
En segundo lugar, anotar la coincidencia, que sin lugar a dudas no es simplemente un encuentro casual, entre la convocatoria de huelga+manifestación y los movimientos del gobierno del PP hacia las víctimas de los desahucios. Por descontado, el gobierno hace gala de una consistente inoportunidad en sus iniciativas. Si la reforma jurídica que impone el asalto a los más desamparados es en serio, la hubiera tenido que explicitar antes del 14 de Noviembre. No ha sido así, simplemente porque el gobierno no trata en realidad de modificar en profundidad nada sino simplemente de cubrirse las espaldas con medidas mínimas y a toda prisa por aquello que les comentaba ayer y que no sabemos a ciencia cierta que es. Esa es una manipulación torticera, cosa que la mayoría sospechamos en seguida y hoy se nos está confirmando a medida que conocemos los tortuosos vericuetos de la propuesta gubernamental. Hecha toda ella de retazos de realidad que conforman lo que en catalán llamamos una “enganyifa” y una eminente periodista llamó anoche “una mierda colgada de un palo”. Mi conclusión es que el PP no tiene capacidad de gobernar la crisis, cosa asaz demostrada en el casi un año que lleva a los mandos, pero que tampoco sabe introducir los aditamentos que permitan sortear las enormes dificultades de los ciudadanos con alguna buena noticia que suavice rigores y reduzca las víctimas. El asunto también es de calibre…
En tercer lugar le corresponde al conglomerado político de intereses varios que está en el gobierno de Catalunya, que, en voz del líder del socio-rémora, opina que está escandalizado de lo politizada que se presenta la huelga y del apoyo recibido de los partidos que conformaron el gobierno de izquierdas (2003-2010), culpables para el de todos los males del mundo mundial. Creo recordar que el verdadero líder espiritual de este partido democratacristiano dijo allí en lo que ahora debería ser Palestina (o dicen que dijo) algo acerca de la escandalización de los poderosos, de los ricos y de los incumplidores de las leyes divinas (entendidas como ahora hacemos con los derechos humanos). Un hombre que gasta diariamente cientos de euros en un hotel madrileño para apoyar al PP en su política antisocial y negociar empresarialmente los reglamentos y las leyes debería ser más prudente con sus opiniones y con sus escándalos. Probablemente, si repasásemos el cumplimiento que este político y su partido hacen de los diez mandamientos se produciría no un escándalo, sino algo mucho peor: unas risas de profunda vergüenza. Como ya saben esta es una persona que me cae mal, muy mal. Como a algunas féminas, según me han contado.
A continuación viene el pelotón mediático de los torpes, o de los torpes mediáticos, que ayer lucieron plumero conocido y archi sabido. La huelga es inútil t hace daño al bolsillo, en Alemania está prohibida y los piquetes atentan a la libertad. Lo de siempre, aunque por simple acumulación queda no solo torpe sino francamente aburrido. Además el día no dio para mucho, puesto que la derecha gobernante se mantuvo discretamente en un rincón intentando no verse comprometida en debates de fondo y simplemente aplicar la ley de la porra a ver si caía algo con que dar un mamporro complementario al sindicalismo.
Dejo para el final el capitulo del balance y perspectivas. Esto va para largo, pero teniendo en cuenta que el agua pasa de hervir líquido o vapor simplemente con una escaso detalle energético. Algo muy simple.

Lluís Casas sacando pecho. Qué satisfacción produciría ver al conjunto de los sindicatos en un proceso lento y seguro de unión. Queda poco.