Cuando el laboro lo permite soy asiduo usuario del Club Natació Catalunya en la carretera del Carmel, en donde me hago unas cuantas piscinas y pongo oídos a lo que dice el personal. En eso, por lo visto, me parezco al nuevo President, Artur Mas, aunque, la verdad, mis ejercicios quedan al 50% o menos de lo que él dice que hace.
Como ustedes recordaran, El Periódico de Catalunya publicó no hace muchos días unas fotografías de la actividad acuática del President. Unas fotos que respondían, en interpretación casera, al culto a la personalidad y al músculo tan propio del renombrado Putin y, mucho antes, Mao.
En esas fotos el President se dejó fotografiar en bañador. Un tipo de bañador, todo hay que decirlo, poco dado a la piscina y más propio para la alegría playera o el veraneo de barca en Menorca. Incluso apareció en las duchas, aunque me temo que en forma de fotomontaje, dado que un servidor de ustedes nunca ha visto en las duchas masculinas de la piscina a alguien remojándose con el bañador puesto. Desconozco, afortunadamente, lo que ocurre en las duchas femeninas. Por ello sostengo que, o bien el nuevo President nos tiene engañados o, le duele mostrar lo que todos poseemos en mayor o menor tamaño.
Por ello, en mi última vista al CNC se me ocurrió recoger una iniciativa espléndida del club y ponerla en conocimiento de todos, pero principalmente pensando en el President. En el CNC existe desde hace muy poco un asesor acuático al servicio de las necesidades de todos los socios que requieran reflexión en torno a las actividades propias del club relacionadas, claro está, con el agua.
El título, que propiamente correspondería al de asesor natatorio se ha tornado en acuático por mor a posibles confusiones entre natatorio y amatorio. Cosa extremadamente arriesgada a causa de la mezcla de fluidos que se produce continuamente en las piscinas públicas. Podría, también, acogerse al término hidráulico, asesor hidráulico, pero me temo que el colegio de ingenieros de caminos, canales y puertos hubiera puesto el grito y las reclamaciones en el cielo. Y, claro está, más de uno hubiera pensado en la influencia del trasvase del Ródano. Proyecto faraónico para beneplácito de constructoras y eminentemente hidráulico. De modo que ahí se queda como asesor acuático.
Ese asesor acuático podría muy bien adaptarse al medio político, de ahí su relevancia, dado que en sus servicios debería existir el conocimiento y las recomendaciones en torno a aquello de nadar y guardar la ropa, aguar la fiesta y otras múltiples expresiones que no hacen más que afirmar lo importante que es el fluido acuoso para el comportamiento humano.
Ese asesor acuático presumo sería diligente en recomendaciones para el periodo tan difícil de gobernar como es el inicio de la legislatura. Podría recomendar, bajo el epígrafe de “que no me vean el plumero”, que las propuestas gubernamentales, en caso de haberlas, pusieran el acento en las cosas buenas que hará el gobierno en beneficio de ciudadanos y propietarios inmobiliarios. De momento el nuevo gobierno, harto ocupado en lentos nombramientos, solo aparece para anunciar recortes en servicios básicos, eliminación de inversiones y auditorias múltiples. De hecho, en el seno de la administración nadie se ocupa de lo que hay que hacer, simplemente hacen cábalas en torno a cuentas y partidas presupuestarias.
El gobierno ha anunciado que solo el 30% del presupuesto (es una síntesis para evitarles la complejidad administrativa) son hábiles para el gasto hasta la aprobación del presupuesto del 2011, Allá por el mes de Julio probablemente. Eso significa que pasado el mes de marzo todos de vacaciones. O, incluso antes, dado que en empresas y organismos basados en servicios la cosa es más inmediata. De hecho ese 30% no cubre ni las nóminas en la mayoría de entidades de la Generalitat.
Esa profunda preocupación financiera, nueva en CIU como ustedes saben y, supongo, redescubierta a raíz de la astracanada del Palau, generará unos cientos de miles de nuevos parados. Dicen los expertos que la reducción del presupuesto de la Generalitat en torno al 15%, conlleva unos 200.000 parados más en Catalunya, además de la caída de los ingresos fiscales (IVA, IRPF, cotizaciones a la SS) y el incremento de los costes para atender ese nuevo paro. Una maniobra en clave hacendística y alejada de la macro economía y del principal problema, la ocupación y el crecimiento. Aclaro que esos nuevos parados no vienen de la administración, sino que son la consecuencia de la reducción de pedidos al mundo económico general, tal como se decía antaño. Tal como apunté en el período electoral, CIU quiere aumentar la ocupación incrementando el paro. Y no es un juego de palabras.
Lo dicho, al President le hace falta ese asesor acuático, fundamental para la navegación a riesgo, puesto que solo con el timón de barco que le regaló su padre la cosa no va a funcionar.
Aunque bien pensado, a quienes nos hace verdadera falta ese asesor es a los ciudadanos pillados entre los recortes y las recomendaciones de uso de servicios privados de sanidad y otras hierbas.
Lluis Casas
Como ustedes recordaran, El Periódico de Catalunya publicó no hace muchos días unas fotografías de la actividad acuática del President. Unas fotos que respondían, en interpretación casera, al culto a la personalidad y al músculo tan propio del renombrado Putin y, mucho antes, Mao.
En esas fotos el President se dejó fotografiar en bañador. Un tipo de bañador, todo hay que decirlo, poco dado a la piscina y más propio para la alegría playera o el veraneo de barca en Menorca. Incluso apareció en las duchas, aunque me temo que en forma de fotomontaje, dado que un servidor de ustedes nunca ha visto en las duchas masculinas de la piscina a alguien remojándose con el bañador puesto. Desconozco, afortunadamente, lo que ocurre en las duchas femeninas. Por ello sostengo que, o bien el nuevo President nos tiene engañados o, le duele mostrar lo que todos poseemos en mayor o menor tamaño.
Por ello, en mi última vista al CNC se me ocurrió recoger una iniciativa espléndida del club y ponerla en conocimiento de todos, pero principalmente pensando en el President. En el CNC existe desde hace muy poco un asesor acuático al servicio de las necesidades de todos los socios que requieran reflexión en torno a las actividades propias del club relacionadas, claro está, con el agua.
El título, que propiamente correspondería al de asesor natatorio se ha tornado en acuático por mor a posibles confusiones entre natatorio y amatorio. Cosa extremadamente arriesgada a causa de la mezcla de fluidos que se produce continuamente en las piscinas públicas. Podría, también, acogerse al término hidráulico, asesor hidráulico, pero me temo que el colegio de ingenieros de caminos, canales y puertos hubiera puesto el grito y las reclamaciones en el cielo. Y, claro está, más de uno hubiera pensado en la influencia del trasvase del Ródano. Proyecto faraónico para beneplácito de constructoras y eminentemente hidráulico. De modo que ahí se queda como asesor acuático.
Ese asesor acuático podría muy bien adaptarse al medio político, de ahí su relevancia, dado que en sus servicios debería existir el conocimiento y las recomendaciones en torno a aquello de nadar y guardar la ropa, aguar la fiesta y otras múltiples expresiones que no hacen más que afirmar lo importante que es el fluido acuoso para el comportamiento humano.
Ese asesor acuático presumo sería diligente en recomendaciones para el periodo tan difícil de gobernar como es el inicio de la legislatura. Podría recomendar, bajo el epígrafe de “que no me vean el plumero”, que las propuestas gubernamentales, en caso de haberlas, pusieran el acento en las cosas buenas que hará el gobierno en beneficio de ciudadanos y propietarios inmobiliarios. De momento el nuevo gobierno, harto ocupado en lentos nombramientos, solo aparece para anunciar recortes en servicios básicos, eliminación de inversiones y auditorias múltiples. De hecho, en el seno de la administración nadie se ocupa de lo que hay que hacer, simplemente hacen cábalas en torno a cuentas y partidas presupuestarias.
El gobierno ha anunciado que solo el 30% del presupuesto (es una síntesis para evitarles la complejidad administrativa) son hábiles para el gasto hasta la aprobación del presupuesto del 2011, Allá por el mes de Julio probablemente. Eso significa que pasado el mes de marzo todos de vacaciones. O, incluso antes, dado que en empresas y organismos basados en servicios la cosa es más inmediata. De hecho ese 30% no cubre ni las nóminas en la mayoría de entidades de la Generalitat.
Esa profunda preocupación financiera, nueva en CIU como ustedes saben y, supongo, redescubierta a raíz de la astracanada del Palau, generará unos cientos de miles de nuevos parados. Dicen los expertos que la reducción del presupuesto de la Generalitat en torno al 15%, conlleva unos 200.000 parados más en Catalunya, además de la caída de los ingresos fiscales (IVA, IRPF, cotizaciones a la SS) y el incremento de los costes para atender ese nuevo paro. Una maniobra en clave hacendística y alejada de la macro economía y del principal problema, la ocupación y el crecimiento. Aclaro que esos nuevos parados no vienen de la administración, sino que son la consecuencia de la reducción de pedidos al mundo económico general, tal como se decía antaño. Tal como apunté en el período electoral, CIU quiere aumentar la ocupación incrementando el paro. Y no es un juego de palabras.
Lo dicho, al President le hace falta ese asesor acuático, fundamental para la navegación a riesgo, puesto que solo con el timón de barco que le regaló su padre la cosa no va a funcionar.
Aunque bien pensado, a quienes nos hace verdadera falta ese asesor es a los ciudadanos pillados entre los recortes y las recomendaciones de uso de servicios privados de sanidad y otras hierbas.
Lluis Casas