lunes, 3 de enero de 2011

DISPARIDADES EN LAS RENTAS SALARIALES




A raíz de ciertas filtraciones --mejor dicho, de ciertas confirmaciones-- hemos constatado algunos niveles retributivos de personajes de la banca o de la ex política y del mundo en general. Como tenemos todos los redactores de este blog de vacaciones no hemos podido ir más allá en averiguaciones y constataciones, pero la muestra es, usada con inteligencia, suficiente para una pequeña tesis doctoral.


Como toda tesis, excepto la de Marx sobre Demócrito y Epicuro y la de Einstein, son prolijas y llenas de citas, me he decantado por hacer una muestra selectiva del personal y ver que hacen con su sueldo. Ahí tienen:



1. Rosanna G. originaria del Paraguay. Bachillerato y estudios diversos no universitarios. 26 años, tres de estancia en diversos puntos de España, afincada en Barcelona y en espera del trámite pertinente para pertenecer al lugar donde reside. Sus actividades se extienden desde el cuidado de ancianos, a los trabajos domésticos. Tiene más demanda de la que pude atender. Profesional cualificada y de alta confianza. Dispone de una habitación en un piso compartido con otras personas. Atiende a su familia en el Paraguay, en donde cuatro hermanos van a la universidad gracias a sus aportaciones. Contenida en sus gastos, entre otras cosas a causa de un horario completo de 8 a 8 casa por casa (incluso a mediodía la comida es in itinere), solo se le conoce un gasto superfluo: la asistencia al partido Barcelona-Español, al que asistió disfrazada de españolista y callada como una muerta.


Sus ingresos mensuales ascienden a 1.500 euros en buenos momentos, con ellos paga 400 por la habitación con vistas al ascensor, su manutención alimentaría de unos 300 más que engloba otros pequeños gastos. Para religiosamente un contrato a Vodafone de unos 50 euros en donde se incluye teléfono y acceso a Internet (dispone de un ordenador portátil con webcam incorporada, lo que le permite intercambiar voz e imagen con su familia con gran regularidad).


En sus ratos libres estudia por correspondencia auxiliar de clínica (con éxito hasta el momento), estudia atención geriátrica los sábados por la tarde en un centro del barrio de Gracia y aprende catalán en un centro público, conjuntamente con varias aragonesas, un ruso y dos magrebíes. El saldo mensual se reparte en dos, una, la mayor, es enviada a Villarrica, Paraguay, la otra, una pequeña cantidad, se queda en el BBVA en una cartilla de ahorro. Los gastos sanitarios son a cargo de la Generalitat, como es joven ascienden a una miseria. Su aportación al fisco es indirecta, dado que al no estar legalizada no tiene nómina, ni seguridad social ni, por lo tanto, IRPF. En cambio paga religiosamente el IVA y todas las tasas habidas y por haber. No piensa volver a Paraguay. No se le conocen amistades masculinas, de las que huye como alma que lleva el diablo. Con toda la razón del mundo. A tener ideas claras no la gana nadie, ni a solidaridad y compresión de gentes. Si cobrará algo más y tuviera un empleo fijo incrementaría su nivel de gasto y la demanda agregada en un porcentaje de gran interés para la ministra de economía, si estas cosas le resultaran de interés. Excepto con el ordenador, provinente de Corea y una pequeña cámara de fotos de segunda mano, originaria de Filipinas, todo su gasto va en productos nacionales o estatales, como ustedes quieran.


2. Ruth N. originaria de Honduras. 24 años. Tres hijos. Un marido que quedó en la dulce cintura de América, como dijo Neruda sin saber mucho por qué. Un año dando tumbos con trabajos efímeros. Establecida por fin en un domicilio atendiendo a una dama de Lérida ya en los noventa. Tiene unos ingresos de 1.000 euros y pocos gastos ya que reside donde trabaja. Su aspiración es el retorno con dineros suficientes para encarar una nueva vida o bien recuperar a sus hijos y continuar aquí. Todo ello con el restante de los mil del ala. Una maniobra perfecta.


3. X.X. originario de Catalunya. Economista, persona de relevancia política en su tiempo y ocupado en diversas cosas y cuestiones desde hace tres lustros. Ingresos evaluados, puesto que provienen de diversas y oscuras fuentes, un millón de euros. No tiene descendencia, ni obligaciones equivalentes conocidas. Se presumen unos gastos de sobrevivencia del 10% de los ingresos. Como se desconoce si tiene una SICAV o no, atenderemos el caso moralmente más recomendable que es que no y por lo tanto le suponemos que el millón se convierten en medio millón por los efectos varios del IRPF y otras hierbas. Como tampoco sabemos si es proclive a la caridad o a protagonizar donaciones y para compensar las SICAV, ponemos que no. De todo ello se deduce que a fin de año en el balance le aparece un superávit de 400.000 euros, que podríamos redondear por fallos en la información en 300.000 euros. La pregunta siguiente, a la que en los dos casos anteriores la respuesta ha sido clara, contundente y compresiva, es: ¿para qué coño quiere ese personaje ese saldo anual? ¿para qué le servirá: acaso no tiene las Obras completas de Karl Popper?
En fin, como dato complementario pondremos que en los últimos 15 años el personaje ha acumulado, si no ha tenido pérdidas en bolsa, de en torno a los 4 millones de euros. La pregunta sigue en pie.

4. Y.Y. damos un salto adelante y prefiguramos a un individuo en la copa de los emolumentos por trabajo, aunque no aún arriba de todo. Sus ingresos actuales de sitúan por encima de los 3,5 millones de euros anuales. Se desconocen otros ingresos derivados de mil circunstancias favorables como pertenecer a dos mil millones de consejos de administración. Favor que le hacemos. En su caso, los gastos de manutención general los obviamos, puesto que tiene derecho a cuantas dietas crea necesarias, a vehículo con chofer y todas las virguerías que pueden imaginar. Bien, creo que todas no, algunas deberían ir por discreción a cargo de su propia tarjeta de crédito. Considerando que el hombre tampoco ha caído en la ventaja de la SICAV, enclave sin ley fiscal para los ricos, tendríamos al final del ejercicio un superávit cercano a los dos millones, por poner algo. La pregunta final es la misma que en los casos anteriores, si lo gasta en un Ferrari, al que ya no puede introducirse por razones de edad y complexión, no resuelve nada. De hecho podría comprase un Ferrari cada mes, incomodidad que no deseo a nadie. Podría fundar una inmobiliaria, cosa que con lo que cae es muy desaconsejable. Obviamente, como es un individuo perspicaz y familiar, prepara donaciones a su descendencia. El amor familiar tan típico de los catalanes. Por ello ha votado a Artur, que le ha prometido hacer desaparecer el único impuesto que hoy por hoy le preocupa: el que pagarían sus hijos con la herencia. Y eso, solo si es descuidado y un tanto inescrupuloso en la administración de las sobras mensuales. ¿Cómo reaccionarían cada mes si en la nómina del día treinta constase la cifra de 30.000.000 de pesetas limpias?




Lluis Casas, pensando en los verdaderos reyes magos