jueves, 6 de junio de 2013

¿QUIÉN ES ISIDRE FAINÉ?



Actualmente está en curso de desarrollo en el Parlamento de Catalunya una “COMISSIÓ D’INVESTIGACIÓ SOBRE LES POSSIBLES RESPONSABILITATS DERIVADES DE L’ACTUACIÓ I LA GESTIÓ DE LES ENTITATS FINANCERES I LA POSSIBLE VULNERACIÓ DELS DRETS DELS CONSUMIDORS”.

Nombre tan descriptivo como críptico y que como en los diez mandamientos se resume en simplemente en “qué coño ha hecho la banca y las cajas para estar como estamos y a quien hay que detener y poner en una o en multitud de celdas”. El asunto, ya lo ven, es de aúpa y durará más que las famosas pilas Duracell, algunos meses.

A partir de este supuesto contable, me permitirán aplicar una técnica de personalización de lo que supone la banca ahora mismo para los comunes de los mortales, por eso el título del artículo. Ahora les explico porque he elegido a este directivo bancario y no a otro.

En la mencionada comisión se han propuesto multitud de personas para que comparezcan, les ahorro la lista para no aburrirles, pero si no recuerdo mal  fueron un total de 336, que restadas las reiteradamente repetidas quedaban en 233. Entre ellas, claro está, directivos de Caixa Bank y especialmente su presidente don Isidre. Casualmente, y como en todas las ocasiones en donde La Caixa es mencionada en la lista definitiva de comparecientes a cualquier circunstancia que pueda ofrecer ángulos agudos, ha desaparecido el mencionado don Isidre y cualquier otro directivo de su entidad. Al final los convocados serán 95, cifra que no es moco de pavo, pero que se ha quedado sin la pechuga que significa don Isidre. Y no es que La Caixa, o su nueva trasmutación Caixa Bank, no haya distribuido preferentes y no haya acordado hipotecas sui generis.

Ustedes ya me habrán leído comentarios en este blog en torno a la falta de apariciones de La Caixa en la prensa como hacedora de fechorías, cosa que sería normal en una entidad dedicada al específico sector del movimiento monetario y crediticio. Pero a pesar de lo que resultaría normal, incluso en una institución bien gobernada e incluso delicadamente gobernada, no lo es en ese caso y es así simplemente por el peso en términos de poder que posee sobre el conjunto del espacio-tiempo catalán. Simplemente La Caixa, es decir, don Isidre hace lo que le da la gana.

Pero en realidad, ¿Quién es don Isidre? Del señor Botín sabemos a ciencia cierta que es el patrón en todos los sentidos del Banco de Santander. Del señor González también sabemos que es el representante de los patrones en la tierra prometida de BBVA, es decir un patrón por encargo. Pero de don Isidre no podemos decir ni que es el patrón, puesto que la propiedad de La Caixa tiene sus peculiaridades, ni que es el representante en la tierra, puesto que La Caixa tampoco tiene Dios al no tener formalmente propietario. La respuesta, si la hubiera, puesto que en la teoría cuántica nada es verdad o mentira, está en los procesos de acceso al poder de la aristocracia medieval, en la mafia siciliana, en el imperio bizantino y en el sultanato turco. Una especie de tecnocracia interna (al estilo de los eunucos transmutados en mandatarios de facto) que con codazos (cortar cabezas o vaciar ojos ya no se lleva, pero todo llegará) y alianzas al más puro estilo bonobo, se hace con el poder absoluto ante la parálisis social y política del contubernio catalán.

Don Isidre preside en estos momentos una entidad convertida en el vértice del duopolio bancario catalán, a mucha distancia del segundo, el banco Sabadell. En términos de poder económico La Caixa es a Catalunya como un elefante es a una gacela. Ni el gobierno de la Generalitat, ni nadie que quiera contar con créditos o amistades útiles se atreven a toserle a don Isidre, ni por vía interpuesta. De ahí su incomparecencia a la mencionada Comisión.

Si vemos la retribución que don Isidre recibe no es la mayor del sector, todo y que no es tampoco una cifra de cristiana moderación, como correspondería a un creyente en Don Escrivá de Balaguer como don Isidre, algunos medios citan unos 2,6 millones de euros anuales. Cosa incomprobable sin pertenecer al cuerpo de inspectores de hacienda y en una noche especialmente oscura. No se citan las prebendas habituales para tamaños directivos, vehículos, gastos de representación pagados y un etcétera que es mejor no saber para tranquilidad de la conciencia cívica.

Si les viene a bien, les aconsejo un pequeño viaje por la web de La Caixa o de Caixa Bank su esquizofrénica personalidad actual. Les saldrán los nombres de los miembros del consejo de administración, en donde uno imaginaria que la Catalunya toda estaría representada. Pues no es así, aunque si hay una persona de ascendencia asiática y uno del lejano oeste. Otros responden a la corriente monopólica de la publicación de prensa, la gran patronal y otros apellidos más discretos aunque con historia, incluso política.

En fin, para completar con alguna ciencia lo dicho, sigan ustedes la publicación “Alternativas Económicas” que en su número de junio les detalla esas pobres retribuciones de la banca.

Lluís Casas retirando la petición de crédito que hizo en su día en una sucursal de La Caixa.