domingo, 2 de mayo de 2010

ÉSTO ESTÁ QUE ARDE





De hecho, con la crisis, el hacer y deshacer de los líderes (?) mundiales en torno a si se reduce el gasto público o no, si se reforma el submundo financiero o no, si se ayuda a países en mala posición o no, el asunto está chungo para comentarlo con ciertos aires de acierto. La acción gubernamental mundial y europea actúa sin asumir el tipo de crisis en que estamos y sin encajar en las medidas de cambio las verdaderas responsabilidades del submundo financiero, del submundo inmobiliario, en definitiva de los submundos especuladores, llenos de artimañas falsas que trastornan en su específico beneficio las economías mundiales. Y ello ocurre cuando la reacción a la debacle se hizo con aproximado acierto, expandiendo el gasto público y refrenando a los piratas financieros. Luego el impulso se fue frenando frente a la presión de los de siempre. Los neoliberales, académicos y chusqueros, del mundo siempre han preferido un nuevo 1929 a aceptar que sus recetas impuestas hasta ahora nos han llevado más allá del borde del precipicio.


Otro ejemplo está aquí en la Unión Europea. La crisis griega, por decirlo de algún modo, está tomando el pulso a la capacidad de la UE para hacer cosas útiles para todos. Hasta hoy no parece que el camino tomado, si se ha tomado algún camino, lleve a algún lugar más reconfortante que el permanecer en el epicentro del terremoto. Parece que alguien está pensando que la solución es que Grecia vuelva al dracma, cosa que sería, permítanme el chiste fácil, un drama y no solo para los griegos. En realidad, casi todo son malas noticias para los europeos, que se encuentran en manos de unos presuntos líderes tan faltos de capacidad efectiva (y afectiva) frente a los problemas que da grima leer (para comparar simplemente) la lista de los nombres que impulsaron la UE (los padres y madres de la patria europea) desde aquellos años cincuenta y hasta no hace mucho. La clave, además de una falta de proyecto europeo, es la limitada capacidad política y estratégica actual, que se encierra en los problemas estatales, y afecta negativamente a los del conjunto de la UE. La conclusión es obvia, con esos pájaros no iremos muy lejos, en el caso que vayamos a algún sitio. Por lo que habrá que esperar e impulsar nuevas caras con algo de cerebro europeo. Así de claro. De hecho haciendo caso a lo que están diciendo ciertos líderes, y si fuera griego, hoy habría retirado de los bancos mis ahorros y los hubiera trasladado al otro lado de la frontera, en euros, claro. Una solución mágica y enormemente efectiva para llevar a la debacle absoluta al sistema financiero de Grecia y por ende al de media Europa. Riesgos enormes son los que nos hacen correr para simplemente ganar o perder presuntamente elecciones populistas en el patio de casa, sea o no particular como los demás. La única solución es más Europa y una Europa más cercana a los ciudadanos. Es simple, pero no sencillo.


Y hablando de casa, no dejemos pasar la ocasión de reflexionar sobre el triste caso hispánico. Aquí donde algunos poderes del estado hacen aguas por todas partes. El asunto va camino de una crisis de tomo y lomo y en circunstancias económicas más que delicadas. Parece ser que el mundo del derecho tiene tendencia a ir torcido y como no está el horno para aceptar estos bollos de nuevo, no veo qué tipo de solución a corto plazo hay que tomar. Y para ayudar al follón, ahí tenemos a esos profetas alquilados que son las agencias de rating, unos auténticos brabanzones. Monsieur Bébéar, presidente de la gran multinacional AXA, dijo de estos chiringuitos que son unos montapollos indocumentados. Lo explicó en en un libro entrevista que recomiendo:
Ediciones Paidós: ACABARÁN CON EL CAPITALISMO.



En fin, como ven todo son buenas noticias, por lo que recalco el titular: esto está que arde.


Lluis Casas, agente de prevención de riesgos.