En pleno caos hidráulico y a falta de alguna mente que clarifique las cosas, les apunto una guía turística a través del problema del agua y de la sequía, cosas relacionadas pero no iguales. El mal debate que observamos en los medios informativos y en los políticos está lleno de desconocimientos queridos unos, ignorados otros, así como de intereses de poder y económicos de aúpa. Solo les diré que el mercado del agua envasada en el area metropolitana de Barcelona (ese mercado es una curiosidad catalana, puesto que en el resto de España el consumo de agua envasada es marginal) es equivalente a la facturación total del agua servida a través de las redes domésticas. Ahí es nada. La presunta información que circula es de una vaciedad asombrosa y las pseudo interpretaciones de algunos periodistas distan de la realidad la misma distancia que la Tierra de las estrellas.
La guía consiste en un recorrido por los epifenómenos acuosos, siendo, como son todas las guías turísticas un apunte de la totalidad.
- Las infraestructuras principales en Catalunya son de los años cincuenta, sesenta y setenta. Embalses, grandes canalizaciones, etc. Mientras las competencias han estado en manos del gobierno central y en las de la derecha catalana en el período democrático el sistema no se ha movido significativamente. El vuelco de la situación data del 2004 con el primer gobierno de izquierdas y los acuerdos con el gobierno central a propósito de los nuevos planes sobre trasvases.
- Los gobiernos conservadores de CIU no hicieron prácticamente nada importante respecto al abastecimiento en el área de su competencia. Su estructura administrativa (la actual ACA) se centró en la depuración y en conexiones parciales entre territorios, nada que incrementase la capacidad de reserva de agua, eje del problema. Si se plantearon incrementos del abastecimiento a zonas agrícolas (el canal Segarra-Garrigues por ejemplo), pero parecía que lo urbano (5 millones de catalanes) no les interesaba. Finalmente, incluso la concreción del abastecimiento a las comarcas leridanas es fruto de la acción del gobierno de izquierdas.
- El trasvase del Ródano es una opción de negocio francesa que no cuenta con el acuerdo del estado propietario, ni de la autoridad regional. El tiempo necesario para su construcción es larguísimo (en torno a diez años), sin incluir sus fases administrativas y políticas, imposibles de preveer. Los 300 kilómetros de conducción no son precisamente una nadería. Cito de pasada que la toma de agua para el presunto trasvase se realiza aguas abajo de las centrales nucleares del Ródano. Huelga decir que el trasvase del Ródano está rodando por tierras catalanas des de hace quinquenios, sin que el gobierno de CIU decidiese o hiciesa nada definitivo.
- Su alternativa, las plantas de desalación son operativas en cuatro años. En Catalunya hay una en funcionamiento (Tordera, que se ampliará) y una en construcción (El Prat de Llobregat) que aportará caudal al consumo el próximo año. Planta fue impulsada por el primer gobierno de izquierdas, por lo que está dentro del calendario previsto.
- La sequía es un factor determinante en el Mediterráneo, por lo que la planificación territorial y la implantación de actividades deben supeditarse a la planificación hidráulica. Incluyo aquí el turismo, como no, pero también la producción agrícola y sus sistemas de riego. Los gobiernos de derechas no hicieron nada al respecto, el agua era una consecuencia del deseo de los promotores inmobiliarios y de la expansión de la producción agrícola, sin más consideración.
- La actual sequía, en otra hora nombrada doña Pertinaz, es la más intensa de los últimos cincuenta años, luego se desprende que no resulta extraño padecer tensiones de abastecimiento y necesitar de acciones complementarias a cualquier planificación prevista.
- El consumo de agua en Catalunya se distribuye de la siguiente manera, en torno del 75% consuno agrícola, el resto a distribuir entre la industria y el consumo humano. Las cifras son relevantes al respecto de la escasa acción sobre los sistemas de riego, futura fuente de ahorro en el consumo.
- El consumo de agua urbano se ha moderado enormemente en el área metropolitana de Barcelona. Las administraciones y los consumidores han hecho bien sus deberes. Probablemente es la zona de urbanismo denso más moderada en consumo de agua que podamos citar. El consumo por cápita está en torno a los 110 litros diarios, cuando resulta habitual situarse sobre los 200.
- En Catalunya y especialmente en la zona metropolitana de Barcelona la incorporación de los costes de producción de agua al “recibo” funciona adecuadamente (aunque con fallos en las zonas rurales y en el consumo agrícola). No así en la mayor parte de España, en donde el coste real está subvencionado.
- La aportación del gobierno catalán al ciclo del agua (en la zona de su competencia, las cuencas internas) a partir de los ingresos fiscales es simbólica, unos 6 millones de euros, frente a un coste por encima de los 700 millones. Eso significa que el consumidor catalán paga prácticamente la totalidad del coste. Existe un matiz entre distintos tipos de consumidores, unos pagan más y otros menos.
- Los planes de reutilización de aguas depuradas, obtención de cabales alternativos a través de pozos, capas freáticas, etc. está a un aceptable nivel de desarrollo. Incluso el porcentaje de depuración es alto, restando tan solo los sistemas que afectan a las zonas rurales menores.
Con estos conocimientos básicos deduzco que cualquier lector interesado sabrá interpretar la confusión actual. En todo caso debería separar determinadas incapacidades comunicativas del consejero vigente en la materia, de forma que no le estorben en su raciocinio.
Lluis Casas, esperando la lluvia.