Les escribo, como es obvio, frente al inicio de la desbandada agosteña Ya en la fase final de un mes juliano pleno de acontecimientos de todo tipo, tanto políticos, como económicos y, en fin, incluso deportivos. Un mes más bien desequilibrado en esos componentes, dado que si bien deportivamente muchos compatriotas hicieron en julio su agosto, otros, la mayoría, han visto cuentas propias y colectivas caer vertiginosamente por la pendiente de las contrarreformas a la crisis.
El compañero que tengo enfrente está en estos momentos contabilizando donde han ido a parar los 400 euros que faltan a su nómina. Hay que decir que el individuo es un recalcitrante de la protesta y fue a la huelga. En julio recibe la reducción tanto por ser culpable de trabajar en algún rincón de la administración, como por la deducción inducida al protestar en la calle.
En fin, qué vamos a hacer. De todos modos, ahora sabemos que esos euros que se ha ahorrado la administración serán bien empleados gastándolos en el recibimiento del papa de Roma, un montante superior a los cuatro millones de euros, dicen. Yo como hábil estratega administrativo diría que son más, muchos más, pero no están en las cuentas.
La iglesia católica sabe gastarse adecuadamente los dineros de otros, en general en agitación y propaganda en su propio favor. El líder que nos visitará (un Benet en catalán) lo es de un estado sin país. Una visita curiosa, puesto que Catalunya es un país sin estado. Ahora que caigo, ¿qué hace un estado y un país sin estado pagando una pasta que necesita para otras cosas más urgentes en hacerle propaganda al líder que torpedea leyes racionales y cuya función está más bien fuera de este mundo? (es decir, en ningún mundo) me temo que tendremos que pagar abundantes meriendas y cenas a otras creencias del más allá. De hecho con ese precedente casi tendrán razón en exigirlas: ayatolás al ataque.
Siguiendo con las cuentas, vamos ahora a repasar lo que nos dicen de bancos y cajas. Por vez primera, las entidades financieras españolas han pasado todas ellas un examen de resistividad. La resistividad es la capacidad de los metales y de los bancos y cajas a las presiones exteriores, es decir a la caída de sus activos inmobiliarios y de sus inversiones en bonos basura. Otros países europeos han sido más cucos y solo han pasado el examen unas pocas entidades, de modo que algunas preguntas siguen sin ser contestadas. Por ejemplo: ¿qué pasa con los que no han aportado sus cuentas? ¿Son buenos o son malos? Las cuentas revisadas, ¿son fiables o esconden recovecos técnicos en donde permanecen sin advertirse los malos modos con que se han hecho algunas inversiones? En fin, el cuento de nunca acabar cuando de lo que se trata no es exclusivamente de la fiabilidad bancaria, sino de la guerra por los espacios mundiales financieros.
Los resultados de nuestra doméstica estructura financiera apuntan a enormes diferencias entre entidades. Unas van razonablemente bien y otras no. De hecho, yo ya lo sabía.
De las que no van bien, no existe tampoco sorpresa ninguna. El Banco de España y el inefable MAFO estaban al corriente con todo detalle. Pues bien, el resultado global, si es cierto y no tengo por que dudarlo, no debe preocupar a nadie en demasía.
Y si es así, ¿a que viene la contrarreforma de las cajas? Si unas están bien y otras no tanto, ¿por qué no curar las heridas de las que lo necesitan? Dejando a las restantes en donde estaban, con arreglos técnicos adecuados a las circunstancias. Pues es bien simple, por que de lo que se trataba era de aumentar el miedo físico del impositor para enviar las cajas a manos de los bancos. Frase que me permitirán en aras del cabreo, aunque sea ciertamente un pelín exagerada.
Otro detalle de la contabilidad nacional es una pregunta fundamental para los que siguen la política estatal. ¿Cómo paga el ilustre diputado Duran i Lleida esa madrileña suite de hotel de gran lujo? No acepto la respuesta que con su sueldo de diputado. Soy ya un poco mayor para aceptarlo y preferiría la callada por respuesta que un insulto a la inteligencia.
Recuerdo a este propósito que en la primera legislatura democrática los diputados vivían amontonados en pisos y pensiones y hubo uno muy ilustre en la administración de los dineros que le pagaba el pueblo que llego a dormir en un banco madrileño, un banco al fresco de los jardines.
No es que quiera reverdecer aquellas dificultades, pero la verdad, si el sueldo de diputado da para pagar la suite que se vislumbró por televisión, creo que habría puñaladas reales para serlo, por lo que creo que nos están engañando y el 3% que citó el eminente presidente Maragall quedó corto, muy corto. En la suite se incluye todo lo que aparece en los films de la alta burguesía neoyorquina de los años cincuenta e incluso un poco más. Solo eché a faltar la escalinata de caracol. Y a Katherine Hepburn.
De ahí es fácil pasar a otras contabilidades. El Parlament de Catalunya ha visto desfilar a más mentirosos este último mes que en el resto de su historia reciente. Mentirosos o mudos, de todo ha habido en sede parlamentaria. Unos no sabían, otros no querían saber y los más no decían esta boca es mía después de presentarse. Incluso los que decidieron hablar lo hacían para acusar a quien nada se había metido en el bolsillo de gangster o de estalinista de la NKVD. Es la treta habitual del máximo culpable, gritar mucho contra las pruebas y zaherirse contra las paredes como si le estuvieran zurrando la badana. En fin, un clamoroso éxito dramático que, para quien ha atendido a lo que se ha dicho, ha dejado más claro que el agua de litines que el asunto merece al fiscal. CIU nos la ha estado pegando con el Sr. Millet y con sus contactos financieros.
Por cierto, en esa historia hubo al principio no se que asunto de contactos de otro tipo, compartidos por el dúo de la bencina en alguno de los muchos locales que el Palau mantenía para MIllet-Montull, Montull-Millet. De eso no se ha sabido nada más y es una lástima, puesto que aclararía muchas cosas en el orden doméstico de esos mentados ladrones.
No dejaré de citar las cuentas de uno que aspira al sueldo de Duran i Lleida en sede barcelonesa, me refiero al ex presidente del Barça que en una operación perfectamente planificada y coronada por el éxito ha dejado el poder a su opositor para que muestre a todo el mundo su habilidad con los números…rojos. El salvador de la patria no sabe administrar su casa. De hecho, si lo piensan, ya hubo un precedente parecido con lo de Banca Catalana y el líder de la bancarrota llegó a presidente del país sin estado y duró más que las pilas…
Lluis Casas pasando cuentas
El compañero que tengo enfrente está en estos momentos contabilizando donde han ido a parar los 400 euros que faltan a su nómina. Hay que decir que el individuo es un recalcitrante de la protesta y fue a la huelga. En julio recibe la reducción tanto por ser culpable de trabajar en algún rincón de la administración, como por la deducción inducida al protestar en la calle.
En fin, qué vamos a hacer. De todos modos, ahora sabemos que esos euros que se ha ahorrado la administración serán bien empleados gastándolos en el recibimiento del papa de Roma, un montante superior a los cuatro millones de euros, dicen. Yo como hábil estratega administrativo diría que son más, muchos más, pero no están en las cuentas.
La iglesia católica sabe gastarse adecuadamente los dineros de otros, en general en agitación y propaganda en su propio favor. El líder que nos visitará (un Benet en catalán) lo es de un estado sin país. Una visita curiosa, puesto que Catalunya es un país sin estado. Ahora que caigo, ¿qué hace un estado y un país sin estado pagando una pasta que necesita para otras cosas más urgentes en hacerle propaganda al líder que torpedea leyes racionales y cuya función está más bien fuera de este mundo? (es decir, en ningún mundo) me temo que tendremos que pagar abundantes meriendas y cenas a otras creencias del más allá. De hecho con ese precedente casi tendrán razón en exigirlas: ayatolás al ataque.
Siguiendo con las cuentas, vamos ahora a repasar lo que nos dicen de bancos y cajas. Por vez primera, las entidades financieras españolas han pasado todas ellas un examen de resistividad. La resistividad es la capacidad de los metales y de los bancos y cajas a las presiones exteriores, es decir a la caída de sus activos inmobiliarios y de sus inversiones en bonos basura. Otros países europeos han sido más cucos y solo han pasado el examen unas pocas entidades, de modo que algunas preguntas siguen sin ser contestadas. Por ejemplo: ¿qué pasa con los que no han aportado sus cuentas? ¿Son buenos o son malos? Las cuentas revisadas, ¿son fiables o esconden recovecos técnicos en donde permanecen sin advertirse los malos modos con que se han hecho algunas inversiones? En fin, el cuento de nunca acabar cuando de lo que se trata no es exclusivamente de la fiabilidad bancaria, sino de la guerra por los espacios mundiales financieros.
Los resultados de nuestra doméstica estructura financiera apuntan a enormes diferencias entre entidades. Unas van razonablemente bien y otras no. De hecho, yo ya lo sabía.
De las que no van bien, no existe tampoco sorpresa ninguna. El Banco de España y el inefable MAFO estaban al corriente con todo detalle. Pues bien, el resultado global, si es cierto y no tengo por que dudarlo, no debe preocupar a nadie en demasía.
Y si es así, ¿a que viene la contrarreforma de las cajas? Si unas están bien y otras no tanto, ¿por qué no curar las heridas de las que lo necesitan? Dejando a las restantes en donde estaban, con arreglos técnicos adecuados a las circunstancias. Pues es bien simple, por que de lo que se trataba era de aumentar el miedo físico del impositor para enviar las cajas a manos de los bancos. Frase que me permitirán en aras del cabreo, aunque sea ciertamente un pelín exagerada.
Otro detalle de la contabilidad nacional es una pregunta fundamental para los que siguen la política estatal. ¿Cómo paga el ilustre diputado Duran i Lleida esa madrileña suite de hotel de gran lujo? No acepto la respuesta que con su sueldo de diputado. Soy ya un poco mayor para aceptarlo y preferiría la callada por respuesta que un insulto a la inteligencia.
Recuerdo a este propósito que en la primera legislatura democrática los diputados vivían amontonados en pisos y pensiones y hubo uno muy ilustre en la administración de los dineros que le pagaba el pueblo que llego a dormir en un banco madrileño, un banco al fresco de los jardines.
No es que quiera reverdecer aquellas dificultades, pero la verdad, si el sueldo de diputado da para pagar la suite que se vislumbró por televisión, creo que habría puñaladas reales para serlo, por lo que creo que nos están engañando y el 3% que citó el eminente presidente Maragall quedó corto, muy corto. En la suite se incluye todo lo que aparece en los films de la alta burguesía neoyorquina de los años cincuenta e incluso un poco más. Solo eché a faltar la escalinata de caracol. Y a Katherine Hepburn.
De ahí es fácil pasar a otras contabilidades. El Parlament de Catalunya ha visto desfilar a más mentirosos este último mes que en el resto de su historia reciente. Mentirosos o mudos, de todo ha habido en sede parlamentaria. Unos no sabían, otros no querían saber y los más no decían esta boca es mía después de presentarse. Incluso los que decidieron hablar lo hacían para acusar a quien nada se había metido en el bolsillo de gangster o de estalinista de la NKVD. Es la treta habitual del máximo culpable, gritar mucho contra las pruebas y zaherirse contra las paredes como si le estuvieran zurrando la badana. En fin, un clamoroso éxito dramático que, para quien ha atendido a lo que se ha dicho, ha dejado más claro que el agua de litines que el asunto merece al fiscal. CIU nos la ha estado pegando con el Sr. Millet y con sus contactos financieros.
Por cierto, en esa historia hubo al principio no se que asunto de contactos de otro tipo, compartidos por el dúo de la bencina en alguno de los muchos locales que el Palau mantenía para MIllet-Montull, Montull-Millet. De eso no se ha sabido nada más y es una lástima, puesto que aclararía muchas cosas en el orden doméstico de esos mentados ladrones.
No dejaré de citar las cuentas de uno que aspira al sueldo de Duran i Lleida en sede barcelonesa, me refiero al ex presidente del Barça que en una operación perfectamente planificada y coronada por el éxito ha dejado el poder a su opositor para que muestre a todo el mundo su habilidad con los números…rojos. El salvador de la patria no sabe administrar su casa. De hecho, si lo piensan, ya hubo un precedente parecido con lo de Banca Catalana y el líder de la bancarrota llegó a presidente del país sin estado y duró más que las pilas…
Lluis Casas pasando cuentas